María Jesús Jabato

Señales de vida

María Jesús Jabato


Sombreros

28/01/2022

En la fatigosa tarea de promocionar Burgos, el vicealcalde Marañón ha ideado la propuesta Mejora tu look, que pretende la venta de sombreros como actividad propia de la ciudad. Si la FUNDEU le echara el guante le reprendería porque podía haber sustituido look por imagen, estilo, aspecto u otras palabras afines que atesora nuestro idioma, pero vamos a hablar de sombreros, que la propuesta que se plantea, es algo así como hacer de Burgos la ciudad del sombrero. Sabemos que es tradición de estos lares el uso de la pañosa y hasta el gigantillo la carga sobre sus hombros de cartón bajo el sol justiciero de San Pedro como esforzado alcalde que es, y no estaría de más que se la pusiera Marañón para lucir más pinturero si cabe, pero no teníamos noticia de industria sombrerera en la ciudad. En otros tiempos, no muy lejanos, los sombreros venían a Burgos de París, como los niños, y alcalde y concejales lo llevaban de copa, que es un sombrero muy útil para sacar de él una paloma o un proyecto mágico de promoción de la ciudad.

También llevaban frac y guantes de piel de perro, lo cual dejamos anotado aunque los animalistas se rasguen las vestiduras. Hubo, no obstante, para compensar, un consentido perro municipal que mordía los pantalones al personal; lo contaba con gracejo Ontañón: Va con los carricoches del municipio/ un perro, que a lo visto, no pierde ripio/ y al pobre transeúnte, por lo que cuenta,/ le remienda las bragas sin que lo sienta./ Con ese tono altivo de perro viejo/ ¿sabe ya el gran tunante que es del Concejo?/ Ya que ustedes le tienen tan mimadito/ pónganle ¡por la Virgen! un cartelito/ y un rótulo que diga -¡oh, qué delicia!-/ cuidado con el perro que es de justicia. Perros aparte, a Marañón se le ha ocurrido que el turista compre en Burgos un sombrero aunque, como decimos, aquí no hay tradición sombrerera, así que no hay quien entienda la idea salida del cacumen del vicealcalde, al margen de beneficiar a los vendedores del sector. Si quiere promocionar sombreros, que sean anchos y de velludo, como el del gigantillo, aunque al fin y al cabo, no nos opondremos a que sean de otro tipo, ni a nada, pues ya se sabe que somos conformistas e inmutables, así que nos va que ni pintado el epigrama de Ventura de Vega: Yo no rechazo ni apadrino el hongo;/ si todos se lo ponen, me lo pongo.
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