El Ayuntamiento de Busto de Bureba comenzará «a primeros de octubre» las obras de rehabilitación de parte del edificio de la Estación de Clasificación y Descontaminación (ECD), que consistirán en la mejora de los cuartos de baño, la reparación del tejado y de las paredes y techos desconchados. Asimismo, se eliminarán las goteras del almacén, que en verano se utiliza como bar del cámping, y se adecentará tanto la piscina de adultos como el entorno de las instalaciones, con el fin de «convertir el complejo en un atractivo turístico en la comarca burebana», expone el alcalde de Busto, Julio Ruiz-Capillas.
El inmueble se encuentra, en general, en buenas condiciones en cuanto a su estado exterior, gracias a las mejoras que se han realizado a lo largo de los años. En cambio, en su interior no se ha ejecutado ninguna actuación de reforma ni arreglo desde su construcción hace más de veinte años. La localidad cuenta con un respaldo económico de 60.100 euros del Ministerio del Interior para acometer los trabajos y el Ayuntamiento queda exento de abonar parte del presupuesto total, que asciende a dicha cantidad.
«Necesitamos acometer de manera urgente la reforma porque las paredes se están descascarillando y la humedad ha provocado la aparición de goteras. Se renovarán lavabos de pie, inodoros, urinarios de pared y los platos de ducha para que los usuarios dispongan de unas instalaciones óptimas», añade.
Por otro lado, y aprovechando el inicio de las labores de reparación en el edificio, el Ayuntamiento ha optado por acondicionar a la normativa vigente de la Junta las piscinas municipales una vez finalicen con la ECD. Al construirse antes de la ley higiénico-sanitaria para piscinas de uso público de Castilla y León, las de Busto no cumplen con varios de los artículos de esta, lo cual hace necesarias ciertas actuaciones para regularizar y actualizar el estado de sus características.
Esta actuación se incluye dentro del Proyecto de Desarrollo Rural Tres Comarcas, en el que también participan Miraveche y Partido de la Sierra en Tobalina. «Se sustituirán baldosas, los pediluvios y se acondicionará el espacio verde», aclara el primer edil. Sodebur financiará parte de la obra.
Sin problemas de agua. La limpieza hace dos años de varios manantiales ha ayudado a que este verano no haya faltado el agua en Busto, por lo que no ha sido necesario marcar horarios para regar como en ocasiones anteriores.
Los usuarios del cámping se quintuplican.
Espacios abiertos en plena naturaleza y lejos de aglomeraciones sin salir de las fronteras del país es lo que muchos viajeros han buscado para disfrutar de sus vacaciones de verano tras la crisis mundial sanitaria generada por el coronavirus. Busto de Bureba ha comprobado como el número de los usuarios de sus instalaciones se multiplicaban por cinco respecto a la temporada estival de 2018, un dato muy gratificante para todos los vecinos. «Este verano se ha notado más movimiento en el pueblo, la gente ha respetado las normas y los turistas han aportado vida», afirma Julio Ruiz-Capillas, alcalde del municipio. Durante el mes de julio 86 viajeros ocuparon 41 parcelas del cámping y en agosto 169 turistas pernoctaron en 56. «Hemos batido un récord superando los 33 que estuvieron en agosto de 2018 y los 120 de 2019», aclara.
Pero el cámping no ha sido el único reclamo de la localidad. Busto ha sido el único municipio de la comarca burebana en abrir sus piscinas municipales, a diferencia de Oña, Poza de la Sal y Briviesca, cuyas instalaciones permanecieron cerradas. El Ayuntamiento otorgó prioridad a los empadronados y veraneantes a la hora de adquirir los bonos de temporada, que en poco más de 24 horas se agotaron los 150 disponibles. Asimismo, había una disponibilidad de 225 entradas diarias para el uso de las instalaciones. «El balance ha resultado muy positivo y tanto vecinos como visitantes han quedado agradecidos del servicio. El aforo y las normas de seguridad marcadas han estado controladas en todo momento y la Guardia Civil ha vigilado el recinto a diario», apunta el regidor.