Rasid Mahalbasic no era una de las grandes estrellas de la Liga Endesa. Era un pívot que estaba realizando un buen papel en el Río Breogán, equipo revelación de la ACB de la temporada pasada, pero no todos los focos estaban puestos sobre él ni los rivales hacían defensas con continuas ayudas para pararle. Bastante tenían con ocuparse de su excompañero Dzanan Musa, MVP de la competición. Sin embargo, su llegada al Hereda San Pablo y por consecuencia a la LEB Oro ha cambiado por completo su papel y todos los adversarios le ven como uno de los mejores jugadores de la liga. La adaptación a su nuevo rol de estrella le está costando, pero aun así ha sido el jugador más desequilibrante de los azulones en las seis primeras jornadas. 

El fichaje de Mahalbasic fue uno de los más sorprendentes del verano porque un interior de su calidad tenía hueco tanto en la ACB como en primeras ligas del extranjero. Llegó a las orillas del Arlanzón para ser el 'jefe' y así lo demostró desde el primer día, dando indicaciones a sus compañeros, animándoles y siendo un líder en el vestuario. Sus palabras han ido acompañadas con números en este primer tramo de la competición, no en vano es el máximo reboteador y asistente y el segundo que más anota del equipo solo por detrás de Calvin Hermanson. Sobra decir que es el más valorado.

En las seis primeras jornadas, ha promediado 11 puntos, 7.3 rebotes, 4.1 asistencias y 17.5 créditos de valoración, el quinto que más de toda la liga. Destacó especialmente en el debut ante el Melilla y la visita del Almansa, aunque se le echó de menos en las derrotas en Valladolid y Andorra.

Al ser la principal arma ofensiva del San Pablo, casi siempre tiene que enfrentarse a su marcador y a uno o dos jugadores que están realizando ayudas para frenarle, de ahí que su producción en el poste bajo no esté siendo tan alta como se esperaba. Su juego se ha visto en cierta manera limitado a generar lejos del aro y tratar de pasar a sus compañeros, lo que le convierte en el mejor pívot asistente de la liga.

El cambio con Rupnik. Con la llegada de Luka Rupnik, se espera que el base esloveno acapare también la atención de sus rivales, sea capaz de generar juego y amenace desde el exterior, de tal forma que se abra un poco la pintura. De esta forma, tanto Mahalbasic como el resto de interiores tendrán más opciones por dentro, mientras que Hermanson continuará como gran amenaza exterior.
Además, Álex López no tendrá que acumular tantos minutos sobre la pista alternando el puesto de base y escolta, y Gonzalo Corbalán pasará a actuar habitualmente como escolta.