El año pasado,  por estas fechas, les pedí a los Reyes Magos que declarasen Bien de Interés Cultural la Cabalgata que los lleva cada año a Torregalindo. Y los Reyes me concedieron el deseo. Como sigo siendo igual de inocentona y crédula, este año voy a realizar otra petición que también atañe a este pueblo, a su castillo: quiero que Sus Majestades me traigan una reforma que lo sujete, apuntale, sostenga… en fin, que a ver si se puede evitar que se caiga.

Sí, ya sé. Castilla y León es muy grande y está llena de arte y patrimonio. Las administraciones no dan abasto para mantenerlo. Ni tan siquiera alcanzan a vigilarlo: el expolio al que se ha visto sometido el castillo de Torregalindo clama al cielo: arcos, columna, verja… Últimamente se ha detectado incluso  a algún depredador anónimo que 'aligera' los pretiles de los puentes de piedra.

Y no solo es eso. El paso del tiempo todo lo estraga. Y al castillo de mi pueblo le han salido algunas grietas preocupantes, por peligrosas. El castillo está arriba, el pueblo abajo. Si el castillo se desmoronase, se destruirían casas, calles, parques y –esperemos que no- hasta vidas.

Me consta que hay gente estudiando de qué manera se puede evitar la catástrofe, cómo prevenir… El Ayuntamiento trabaja en ello, pero los pueblos pequeños no tienen capacidad ni recursos para realizar una intervención adecuada. Y menos si el bien en cuestión tiene algún tipo de protección patrimonial, que es el caso: cuanto más protegido está un edificio, más difícil es hacer alguna mejora en él. Y, si no, recuerden el  escudo del muro de enfrente de la puerta del Perdón  de Santa María en Aranda. 

Lo que preocupa son otras cuestiones: ¿Cuánto aguantará el castillo sin resquebrajarse?, ¿cuándo podrá empezarse a intervenir en él?, ¿se sentirán las grandes administraciones concernidas y brindarán recursos al proyecto?,  y sobre todo, ¿llegaremos a tiempo?

Majestades, excelentísimos Reyes Magos, a ver si me van haciendo otro milagro como el del año pasado, porque, si el castillo se cae, ¿de dónde colgaremos la estrella que guíe sus pasos hasta nuestro Belén?

(Y otra petición: que tengan un 2023 genial.)