Salvador de Foronda

Diez Mil Preguntas

Salvador de Foronda


Ley de memoria democrática

09/12/2021

No fue la crisis económica lo que hirió de muerte a la República, sino el radicalismo sectario de los partidos y yo me pregunto: ¿pasará con el régimen del 78 lo que con nuestras anteriores experiencias democráticas? La concordia y el espíritu de reconciliación nacional se impusieron tras el fin de la dictadura. Pero desde los inicios del siglo XXI, la creciente radicalización y discordia de los partidos amenaza con poner fin al espíritu de la transición y nos empuja a un salto en el vacío que no puede sino hundir al país. La batalla por la democracia no terminó a las 8 de la tarde del 15 de junio de 1977, cuando cerraron las urnas, sino cuando un parlamento plenamente democrático accedió a la pretensión más querida: la amnistía.

Ahora, el Gobierno, junto a sus compañeros de Podemos, ha abierto la puerta falsa para juzgar los crímenes del franquismo y para ello piensan mandar un requerimiento a los muertos. La ministra Ione Belarra se felicitaba por este acuerdo cuando el art. 9.3 de la Constitución Española y el art. 2.1 del Código Penal establece la irretroactividad de las normas penales desfavorables para el reo. Lo que significa que no se podrá aplicar. Que ella no lo sepa es previsible, pero que el Gobierno lo obvie, eso me causa perplejidad.

Esta industria de destrucción que se está viviendo en España, a partir del relato del juicio del franquismo, se construye con un ejército de jóvenes. Ellos ni vivieron con Franco ni tampoco han leído un solo libro de historia para crearse su propio criterio. Hoy la historia de España, por desgracia, se desgrana en pequeñas frases de Twitter por personajes que viven entre la ignorancia y el odio. Intentan convencer, a aquellos que no vivieron la transición, de que la Ley de Amnistía fue una iniciativa del franquismo, cuando fue un clamor de todos los españoles movilizados por el PSOE y el PCE, dos partidos que creyeron en la necesidad de concordia para recuperar la democracia y ambos aceptaron la restauración de una Monarquía Parlamentaria.

Solo se pretende sentar a la transición en el banquillo y volver a movilizar a un electorado que ganaron tras el movimiento del 15-M y que han ido perdiendo mes a mes. Se pretende juzgar al franquismo y olvidar y atenuar los crímenes de ETA, error para una España con memoria democrática.