Un ataque del lobo deja 9 ovejas muertas en Huerta de Abajo

I.P.
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El único ganadero de ovino de la localidad ha sufrido 37 ataques en el último año con dos centenares devoradas y otras tantas entre heridas y desaparecidas. «Son números que no podemos asumir», dice

El dueño de la explotación encontró las ovejas muertas desperdigadas por el cercado del prado y el entorno. - Foto: DB

Alejandro montó hace 13 años su explotación ganadera en Huerta de Abajo, la única que hay en esta localidad de la Sierra de la Demanda Transcurrido ese tiempo, el desánimo de este ganadero es total, de tal manera que está pensando en abandonar y pasarse al vacuno, «aunque igual corro la misma suerte porque si no hay un animal, el lobo comerá otro», dice. 

Esa suerte no es tal, al contrario, es ir sumando desgracia tras desgracia, añade. La última, la semana pasada, cuando un nuevo ataque de lobos se cebó con una docena de ovejas que en esta ocasión había dejado en un prado cercado al lado del pueblo y alumbrado por las farolas de las últimas casas. En este caso, el ataque fue de noche y el resultado se tradujo en 8 ovejas muertas y 4 que resultaron mordidas, de las que una también ha acabado por morir a lo largo de la semana. 

Este último ataque es otro más en la larga lista que lleva este año Alejandro, nada menos que 37, con el resultado de dos centenares de ovejas muertas, cifra certificada con los partes de los propios guardas forestales a los que ha avisado cada vez que el lobo ha hecho presencia y atacado a su ganado. Además, haya que contabilizar otras tantas desaparecidas y mordidas, afirma este ganadero que añade que empezó el año 2022 con un rebaño de 1.150 cabezas -de raza churra, para carne- y andará después de los ataques en unas 800. «Ya no soy capaz de criar tantas ovejas como las que me mata el lobo», asegura decepcionado. 

Además, afirma, da igual donde las tengas, en el prado abierto o en los corrales cerrados; en este caso, el lobo ya se encarga de buscar la manera de meterse por cualquier sitio y cebarse con el rebaño. Cree que no es un solo lobo, sino que rondarán dos o tres por esa zona. 

Este ganadero se queja, además, de la incomprensión social que hay con este tema, porque además de perder parte de su ganadería y de su sustento, cuando se denuncian estas situaciones, los afectados tienen que ver cómo se les echan encima algunos grupos ecologistas, recuerda. De ahí que pida más comprensión porque ellos defiende su explotación y su medio de vida y cree que hay buscar la forma de que los ganaderos no tengan que estar todo el día pendientes de si viene o no el lobo. «Yo estoy para cuidar mis ovejas y con estos ataques, tengo que perder tiempo buscando las desaparecidas; al final encuentras unas muertas, otras heridas y otras no aparecen».

Este ganadero de la Sierra de la Demanda valora que las administraciones vayan a pagar por el lucro cesante cuando se producen los ataques de lobos, pero en todo caso, recuerda que muchos de los animales no aparecen tras el desastre, con lo que no se puede certificar al cien por cien el número de cabezas afectadas. 

A primeros de este mes de mayo, el lobo también se cebó con el ganado equino, en la localidad de Valtierra de Albacastro donde acabó con 4 potros hispano-bretones, una raza protegida, y dejó heridos a otros tres animales.