Burgos quiere honrar la memoria del general Batet

R.P.B.
-

El Monasterio de San Juan acoge unas jornadas de homenaje al hombre que se mantuvo fiel a la República en el golpe del 36 y fue fusilado por ello

Domingo Batet. - Foto: DB

Burgos homenajeará a Domingo Batet, capitán general de la plaza durante la sublevación militar de julio de 1936 que se mantuvo fiel a la República y fue fusilado por ello. El Monasterio de San Juan acogerá este miércoles 25 y el jueves 26 sendas jornadas de conferencias y mesas redondas, y el 27 se inaugurará en el claustro cubierto del cenobio la exposición 'Los leales. 30 militares de la República', que podrá verse hasta el día 5 de junio. Pero la intención del equipo de Gobierno que dirige Daniel de la Rosa es perpetuar la memoria del militar catalán dedicándole unos jardines de la ciudad. Aún no se ha decidido cuáles, pero fuentes consultadas señalan que se ubicarán en alguna de las nuevas zonas de expansión urbanística.

Las jornadas se inaugurarán el día 25 con la conferencia 'Los militares leales a la República' que será impartida en la Sala Capitular de San Juan a las siete y media de la tarde por Gutmaro Gómez Bravo, profesor de Historia Contemporánea de la Universidad Complutense. Al día siguiente, 26, en el mismo escenario y a la misma hora, se llevará a cabo la mesa redonda 'La importancia de las políticas de la memoria'. En ella participaránDiego Blázquez Martín, director general de Memoria del Ministerio de Presidencia; el historiador Carlos Gil Andrés; Henar Alonso Rodríguez, jefa del área de Descripción del Archivo General Militar de Ávila; Julio Pérez Gil, catedrático de DerechoProcesal y secreario general de la UBU; e Ignacio Fernández de Mata, profesor de Antropología Social y decano de Humanidades de la UBU. Y el viernes 27 se inaugurará  la citada exposición, producida por la Fundación Pablo Iglesias.

Un hombre «honrado». Su biógrafo, el recientemente desaparecido historiador Hilari Raguer, definió siempre a Domingo Batet como un militar «profesional, competente, leal, honrado y disciplinado» y un hombre de la llamada 'tercera' España. Fue enviado a Burgos para hacerse cargo de la VI RegiónMilitar en el peor momento posible, junio de 1936, con la conspiración golpista más que avanzada. Intentó atajar el complot. Mantuvo al menos cuatro reuniones con el general Emilio Mola, uno de los cabecillas de la rebelión y subordinado de Batet, quien negó que estuviera involucrado en rebelión alguna. Batet fue arrestado en su despacho de Capitanía hacia la medianoche del 18 de julio después de negarse a tomar parte activa de la sublevación. De allí fue trasladado al cuartel de San Marcial y, posteriormente, a la prisión Central. Estuvo encarcelado hasta la celebración, el 8 de enero, del Consejo de Guerra en el que se le condenó a pena de muerte por su «adhesión» a un Gobierno  que estaba fuera de la ley y por su intención de «contrarrestar» el golpe militar.

 A las siete y media de la mañana del 18 de febrero de 1937, en el campo de tiro de Vista Alegre, se ejecutó la condena. Frente al pelotón de fusilamiento, Domingo Batet, tarraconense de 64 años, hombre católico y consevador, tuvo palabras de estremecedora y serena hombría, propias de un profesional íntegro y ejemplar, para quienes iban a ajusticiarlo: «Soldados, cumplid un deber sin que ello origine vuestro remordimiento en el mañana. Como acto de disciplina debéis disparar obedeciendo la voz de mando. Hacedlo al corazón; os lo pide vuestro general, que no necesita perdonaros, porque no comete falta alguna el que obra cumpliendo órdenes de sus superiores».