Aquella nota en la página 44

H.J.
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Hoy hace un año que el término "coronavirus" apareció por primera vez en DB, en un lugar secundario y semi escondido. Desde entonces acumula más de 9.000 referencias en páginas y casi 17.000 en fotografías de nuestro archivo

Página del 22 de enero de 2020 en la que figura la primera noticia sobre la por entonces nueva "neumonía de Wuhan" - Foto: DB

El año 2020 arrancó con alguna referencia al respecto en los medios internacionales. Una enfermedad nueva en una remota ciudad oriental. Los corresponsales empezaron a contarnos que la situación se ponía seria y que la Organización Mundial de la Salud ya estaba en ello, pero bah. Era el otro lado del mundo, cómo va a llegar un bicho desde el Mar Amarillo hasta aquí.

Pero lo hizo, y de qué manera. El 21 de enero de 2020 cambiaba la perspectiva internacional y un día después lo recogieron las páginas de este periódico. Así fue como la palabra "coronavirus" apareció por primera vez en Diario de Burgos, vinculada a la epidemia que ha acabado asolándonos a todos. Fue bajo el titular "Estados Unidos confirma el primer caso por el nuevo coronavirus de China".

Era una nota en la página 44, un suelto en una columna de la sección de Sociedad-Cultura y 30 líneas de texto para explicar que había un paciente en Seattle afectado por "la neumonía de Wuhan" tras haber viajado a esa región. La noticia de EFE, escrita entre Nueva York y Pekín, contaba que "el nuevo coronavirus que ha dejado al menos seis muertos en China y cerca de 300 contagiados se ha detectado por primera vez en Estados Unidos" y que "la epidemia se está propagando a otros grandes centros de población del gigante asiático, como Pekín y Shanghai. También se han reportado afectados en Corea del Sur, Tailandia, Japón, Taiwán y Australia".

El 29 de enero publicamos la primera fotografía sobre el coronavirus en Burgos. Las agencias de viaje comenzaban a preocuparse por los desplazamientos a ChinaEl 29 de enero publicamos la primera fotografía sobre el coronavirus en Burgos. Las agencias de viaje comenzaban a preocuparse por los desplazamientos a China - Foto: Luis López Araico

Si hoy en día leyésemos algo así sobre un virus desconocido se nos pondrían los vellos de punta. Entonces nadie se tomó en serio la importancia de lo que se avecinaba. Al día siguiente, de nuevo una nota, en la página 45 y en la misma sección. Se sospechaba que el coronavirus tenía como origen el comercio ilegal de animales.

El 24 de enero llega un salto cualitativo. La noticia pasa a cuatro columnas. "Expertos alertan de que cerrar ciudades no parará el coronavirus". El señor Jeremy Farrar, científico participante en la conferencia de Davos, profetizaba: "Varias ciudades que han reportado casos pueden esperar muchos más". Y tanto…

25 de enero. La alarma empieza a volar por todo el mundo y se cuela en las conversaciones de todas las sobremesas. El virus que seguía siendo "nuevo" debuta en las páginas de Local, donde se analiza la actualidad burgalesa: "Dos fábricas de Antolín se hallan en el epicentro de la crisis del coronavirus chino". Unas cuantas páginas más allá se informa de los primeros tres casos en Francia. El tsunami había llegado a Europa y empezaba a tomare como una amenaza cercana.

29 de enero. Primera mención en portada. La Junta de Castilla y León activa el protocolo para enfrentarse a posibles casos. Es entrañable ver la ingenuidad con la que todos tratábamos el tema, porque incluso desde Sanidad nos decían que, aun reconociendo la falta de información en aquel momento, aquella enfermedad no parecía "ni muy transmisible ni tampoco muy letal".

En ese mismo ejemplar del Diario aparece la primera foto etiquetada con la palabra "coronavirus". Se tomó en una agencia de viajes, porque entonces nos preocupaban básicamente los viajes a China. Ya se aconsejaba no volar al gigante asiático, pero el resto de las vacaciones seguían programándose como si nada pensando ya en la Semana Santa.

31 de enero. La OMS declara la emergencia internacional. 1 de febrero. El mundo en vilo. 5 de febrero. Entramos en un bazar chino a preguntar a sus dueños cómo lo estaban viviendo, qué les contaban sus parientes y amigos. Nos enseñan mapas con provincias dibujadas en varios colores y aplicaciones de seguimiento de la incidencia del virus. No imaginábamos cuánto nos íbamos a acostumbrar a este tipo de datos.

El día 27 de febrero el coronavirus se estrena como titular principal de la portada en DB. "El coronavirus ya provoca cancelaciones turísticas en Burgos. Visitantes de Corea del Sur, nacionalidad muy habitual en el Camino de Santiago, y de Italia, la zona europea más afectada, están anulando reservas hoteleras". Por supuesto, seguíamos todos sin mascarillas, abrazándonos y juntándonos como si nada estuviera cociéndose a través del aire que respirábamos.

El 3 de marzo salta el primer afectado en Miranda de Ebro que inaugura la estadística provincial y regional, y el foco de Haro-Vitoria del que provenía acaba convirtiéndose en la primera ‘zona cero’ del coronavirus en el norte de España.

El día 4 contamos que se cancela el Congreso de Retina y Vítreo, que iba a traer a 1.000 personas a la ciudad. Era un evento médico que por su tamaño y trascendencia se convierte en la primera voz de alarma, seria y contundente, de que algo gordo se nos viene encima. Al día siguiente el Ayuntamiento empieza a aplicar protocolos de prevención y coloca carteles informativos para sus trabajadores.

La semana siguiente, el día 10, las bolsas se desploman, se anuncia el cierre de aulas y se blindan los hospitales. El San Pablo juega a puerta cerrada contra un equipo italiano, pero las terrazas de los alrededores se llenan de clientes para verlo.

El 11 de marzo este periódico titula a toda plana, con una tipografía inusualmente enorme: "Calma muy tensa". Tres días después llega otra portada impactante: "Cerrado por alerta". El país se para, bajan todas las persianas, nos metemos en casa salvo para lo absolutamente imprescindible y ese mismo día se registra el primer fallecido en la provincia.

Comenzamos a utilizar con normalidad el término "confinamiento" y se acaba el papel higiénico en los supermercados. Llegan las fotos del desabastecimiento puntual.

Hasta ese momento llega este relato de cómo fue creciendo la avalancha informativa que se nos avecinaba y que después se ha mostrado con toda crudeza, copando toda la actualidad durante nueve meses… y los que quedan.

Desde aquel 22 de enero hasta esta misma semana, el archivo digital de Diario de Burgos contiene 9.081 referencias al término "coronavirus" en sus páginas y 16.282 en la documentación fotográfica. Hasta hace un año, a lo largo de los anteriores 128 de historia de este periódico, esa palabra solo se había utilizado 35 veces.

En los pasados 12 meses le gana incluso la palabra "pandemia", con 10.621 apariciones (hasta enero de 2020 solo 838 apariciones). Hemos citado 8.864 veces la palabra "crisis", 3.149 "mascarilla", 4.927 "confinamiento" o 208 "Wuhan", que anteriormente solo había figurado por ser sede de factorías del grupo Antolín.

Desde que empezó esta crisis económica y social el mundo ha cambiado y el periódico también. El objetivo a partir de ahora es que el término "vacuna", del que por cierto ya se empezó a hablar el 27 de enero de 2020, acabe siendo el triunfador del año recién comenzado y desbanque a todos los demás por su presencia en reportajes e informaciones con tono de éxito y esperanza.