El burgalés que aún se pregunta por qué compró el Azor

H.J.
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Lázaro González, que se hizo famoso en toda España cuando en 1992 compró el yate de Franco, publica unas memorias donde repasa un sinfín de aventuras empresariales y vitales

El hombre que aún se pregunta por qué compró el Azor

Fue torero, legionario, camarero, cantinero, ganadero. Jugador de ventaja, organizador de conciertos, empresario de puertas blindadas y finalmente, tras muchos fracasos, idas y venidas, hostelero al que le dio por comprar el barco de un dictador sin saber muy bien para qué. La vida de Lázaro González es de película, una de esas historias de hombres hechos a sí mismos en versión cañí, salidos del medio rural más humilde. Gente que creció en un país de oportunidades a caballo entre los 70, 80 y 90 y que se metía en mil jaleos, tanto en el buen como en el mal sentido de la palabra, hasta que alcanzaban cierto éxito empresarial. Sin duda merecía un libro, y ya lo tiene.

Este burgalés, nacido en Villasilos hace 79 años y conocido por ser el propietario del asador Los Trillos, inaugurado junto al Hospital del Rey en 1987, acaba de publicar sus memorias bajo el título ¿Por qué compré el yate Azor del Generalísimo Franco?. La pregunta no es solo un truco para enganchar a los lectores, sino el cuestionamiento que sigue haciéndose el propio Lázaro, pues a día de hoy todavía no tiene claro cómo pudo meterse en semejante jaleo.

Aquella odisea comenzó un día de primeros de junio de 1992 cuando Mariano, un antiguo socio, le habló de que se subastaba el Azor. Lázaro tenía experiencia en pujas y se fue para allá al volante de su flamante Audi recién comprado. Fue el único postor y se lo llevó por el precio mínimo: 4.670.124 pesetas. Ya de regreso a Burgos escuchó en la radio, mientras venía de camino, la noticia de que un empresario burgalés había comprado el Azor. Al llegar ya tenía un enjambre de periodistas esperándole.

(Más información en la edición en papel de hoy de Diario de Burgos)