La DO Arlanza pretende mejorar el aroma de sus vinos

I.P. / Lerma
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El Consejo Regulador acude a la prestigiosa consultoría Chartier World Lab de Barcelona para determinar las características e influencia del paisaje para crear caldos con «sentido de lugar». Se buscará el apoyo del Itacyl y de la UBU

Un viticultor de la comarca huele el fruto ya maduro. - Foto: Miguel Ángel de la Cruz

Convertir a la comarca del Arlanza en un referente de vinos de calidad es uno de los objetivos que contempla el Plan Director elaborado por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen de cara a los próximos 5 años. Por la altitud de los terrenos, climatología y diversidad paisajística, sus viñedos están en condiciones de producir una uva de alta calidad. Pero los actuales responsables de la DO quieren ir más lejos, quieren recuperar variedades perdidas en la comarca, ampliar el territorio y producir caldos que se definan por el aroma.

Para hacer realidad esos objetivos, el presidente del Consejo Regulador Ramiro García, considera fundamental conocer en profundidad las características del suelo y el entorno vitivinícola regado por el Arlanza, por lo que ya ha contactado con el prestigioso Chartier Word Lab de Barcelona, creado por el canadiense François Chartier, para trabajar en un análisis de la biodiversidad de los terrenos, ya que este laboratorio está especializado en el estudio de las moléculas aromáticas del vino, otras bebidas y alimentos en general para ayudar en el enriquecimiento de los mismos.  

Estas investigaciones relevarían el ADN, en este caso de la uva, lo que permitirá crear una cartografía aromática que ayudará no solo a mejorar los caldos sino a abrir nuevas 'fronteras' tanto en los mercados como entre los consumidores, cada vez más exigentes en cuanto a aromas, sabores y colores.

García explica que aún no hay nada cerrado definitivamente con el laboratorio Chartier Word catalán, pero sí conversaciones para que les remitan una propuesta de estudio que valoraría el Consejo para que este a su vez pueda determinar con qué instituciones burgalesas o regionales puede colaborar aquel para llevar a cabo dicho estudio, porque el propósito de Arlanza es involucrar a organismos locales que conocen y trabajen en el sector agroalimentario como el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) e, incluso, la UBU, a través de los departamento relacionados con la materia, incluso buscando la posibilidad de encajar alguna línea de financiación para el desarrollo del proyecto. 

García recuerda que es habitual, por otra parte, esta forma de trabajar del Chartier World Lab que tiene líneas de investigación o desarrollo de proyectos con organismos público y privados, empresas, universidades, centros educativos, bodegas, restaurantes y consejos reguladores que buscan su asesoramiento, infraestructura y personal cualificado para mejorar sus áreas de trabajo, como en este caso sería conocer cómo afecta la rica biodiversidad de los terrenos del Arlanza en los vinos.

Recientemente, el laboratorio ha publicado 'La biodiversidad: el eslabón perdido en el concepto global de terroir', demostrando científicamente el impacto aromático de la biodiversidad botánica en la identidad aromática de los vinos y de los alimentos. El objetivo fundamental que se persigue es ayudar a las empresas vitivinícolas  y a la industria alimentaria a definir el «espíritu de lugar» y crear nuevas herramientas en el sector vitivinícola para, incluso, adaptarse a la transición ecológica provocada por el cambio climático.

Al margen de este novedoso estudio, desde el Consejo Regulador de la DO Arlanza se está haciendo especial hincapié en la promoción de los caldos con la presencia en los más importantes eventos, salones y ferias que se celebran a nivel nacional, pero también el propio Consejo organiza eventos propios para darse a conocer convocando a profesionales especializados del mundo de la comunicación o a través del canal Oreca. Además acudirá como invitado el próximo día 28 al Festival Cota Vins, en la comarca del Penedés, evento en el que participan bodegas que elaboran vinos en altura, a más de 700 metros.  

Reivindicaciones. Ya en el plano de las reivindicaciones, Arlanza participa hoy mismo en una reunión que celebran todos los consejos reguladores de las denominaciones de origen de Castilla y León de cara a elaborar un documento con sus demandas y presentarlo próximamente al nuevo consejero de Agricultura; también se pondrán sobre la mesa algunos de sus problemas, entre ellos, matiza García, la «gran carga administrativa» a la que están sometidas las bodegas. 

Desde Arlanza se tiene clara una petición, como es el apoyo diferenciado a los consejos pequeños, «que posiblemente necesitemos más ayudas que los grandes porque tenemos menos capacidad en varios sentidos, incluido el económico», añade. También se solicitará ayuda económica para un programa informático que ahorre trabajo y burocracia, para investigación, recuperación de variedades autóctonas y para el mencionada estudio de biodiversidad. 

En cuanto a la recuperación de variedades autóctonas, será un proyecto que lideren desde la DO con el Itacyl. García explica que en cuanto empiecen a florear las vides se marcarán las especies y variedades menos comunes. Ello requerirá un arduo trabajo de recorrer el territorio de la comarca y visitar los viñedos con los viticultores más veteranos.