Ignacio Camarero

Dibujos de Ciudad

Ignacio Camarero


Sintiendo Atapuerca

07/08/2021

Es cierto. Los hallazgos de Atapuerca son físicamente poco más que un puñado de huesos. La arqueología una ciencia desconocida. Y la arquitectura contemporánea un arte hostil a la divulgación. Pero también es verdad que una parte de la historia más grande jamás contada por el hombre se ha escrito en Burgos. Cómo hemos llegado hasta aquí. La gran pregunta. Supongo que por eso sucede. Que, no sé si para ustedes, al menos para mí, resulta tan comprometido. Me refiero a ejercer de anfitrión. Por muy nacido en las axilas de la catedral que sea. Por mucho que se domine la ruta de las tapas de morcilla de arroz y caldos con denominación de origen. La evolución humana es emoción. Pura experiencia. Y también sonido. Lenguaje. No se visita, porque no está en un yacimiento. No se ve, porque no cabe en ningún formato de imagen digital. Se escucha. Sí. Porque sólo se hace poesía desde la palabra. Alejandro Sarmiento, gerente del Museo, sabe mucho de musas. No escribiré que también de musos como a él le gustaría. Su voz recuerda a la de Tino Barriuso. Grave. Segura. Profunda. Más incómoda en el verso que en la prosa. Y con la virtud del dardo envenenado por la absenta. No sé cuánto sabe de qué. Sé que siempre está. Al menos si se trata de poner en valor el patrimonio que custodia. El lunes reclamé su favor. Segundo día de Agosto. Pandemia. Las visitas suspendidas como conviene al convenio. Y una doctora burgalesa residente en Sevilla que nos visitaba acompañada de un grupo de profesores. ¡Casi na...! Funcionarios. Académicos. ¡Y andaluces..! Así que llamé a la puerta. Háganlo siempre que necesiten algo del museo. Puede que parezca entornada. Pero nunca la he visto cerrada. Alejandro salió con Aurora Martín. La arqueóloga que hace veinticinco años prestó su nombre al estrato TD6 de la Gran Dolina. Historia viva. Y mucho más de carne y hueso que los Carbonell, Bermúdez, y Arsuaga. El resto no fue difícil. Delicioso sí. Alejandro había cumplido con su parte. Siempre lo hace. Miguelón. Benjamina. Pelvis Elvis. Los huesos seguían allí. Y también la tectónica de Navarro Baldeweg. Así que sucedió. Nunca escuche sentir Atapuerca con tanta verdad. Aurora Martín puso la palabra. Allí mismo. Y se hizo poesía.