Una estrella para el final

Ó.C.
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Riquelme gana protagonismo y demuestra su mejor versión en el Mirandés con la confianza de Etxeberria

Rodrigo Riquelme en la celebración de uno de sus dos goles ante el Ibiza en Anduva el pasado domingo. - Foto: Valdivielso

Ha sido al final de la temporada, aunque la mejor versión de Rodrigo Riquelme 'Roro' ha llegado a Anduva. El madrileño aterrizó en la entidad mirandesista con el curso empezado, lo que hizo que su aclimatación tardara más tiempo del deseado, pero en el tramo final del curso el futbolista de 22 años enamora a la parroquia rojilla con su verticalidad, habilidad y esfuerzo. La guinda del pastel la puso en el encuentro del pasado fin de semana ante el Ibiza, en el que logró dos tantos, dio una asistencia y fue la auténtica estrella del duelo. Incluso reconoció que «es el mejor día desde que estoy en el Mirandés».

Así ha sido la explosión del jugador cedido por el Atlético de Madrid, que con Etxeberria en el banquillo ha ganado galones en el equipo, ya sea jugando por el centro o en banda izquierda, donde se ha convertido en un puñal difícil de evitar para los contrarios.

Su rendimiento se explica sobre todo por la continuidad. Roro suma con el técnico vasco once de las veinte titularidades de las que ha disfrutado en las cuarenta jornadas de liga disputadas. Cuando a Etxeberria ha tenido que hacer el once, no ha tenido muchas dudas con Riquelme, que casi siempre ha sido uno de los elegidos y en la mayoría de las ocasiones ha devuelto la confianza con goles o asistencias.

En los trece envites desde que se produjo el relevo en el banquillo rojillo, Riquelme solo tuvo que esperar en el banquillo ante el Amorebieta y contra la Ponferradina en Anduva no actuó porque estaba con la selección sub-21, otra señal del gran final de campaña que está haciendo con la camiseta del Mirandés.

En el inicio, Riquelme no pudo jugar en los dos encuentros iniciales, ya que llegó con el curso empezado y sus primeros minutos de juego llegaron en El Molinón, donde tuvo media hora de juego. Con Lolo Escobar en el banquillo, en las 27 jornadas en las que el entrenador extremeño estuvo al frente del equipo, nunca llegó a adueñarse del puesto en alguna de las bandas. Hassan, Vicente, Brugué o Simón hacían que se quedara en el banquillo y el míster lo utilizaba sobre todo como revulsivo, lo que hacía que tuviera menos continuidad.

En total, Roro roza los 2.000 minutos en la competición regular, con 34 encuentros en los que ha saltado al césped. En este tiempo ha demostrado siempre su capacidad asociativa y de hecho, ya con Lolo Escobar, aparecía entre los máximos asistentes de la Liga, clasificación que encabeza tras cuarenta jornadas con diez goles regalados a sus compañeros. 

Por detrás están referencias de la categoría como Umar Sadiq del Almería con nueve asistencias, cifra que comparte con Rubén Pardo, del Leganés. En comparación la máxima división del fútbol español, Riquelme acumula las mismas que Vinicius, Jordi Alba o Iker Muniain.

Esta buena estadística la completa con seis goles, lo que hace que sea uno de los jugadores con más peso en el equipo. Junto a él, también destaca otro jugador del Atlético de Madrid: Camello: el delantero ha logrado catorce goles y cuatro asistencias, aunque en este caso el ariete siempre ha sido un fijo en el once. Lo bueno para la afición rojilla es que ambos tienen una gran sintonía, dentro y fuera del campo, lo que también sirve para explicar el rendimiento de ambos. 

Futuro. El gran papel tanto de Riquelme como de Camello hace que su continuidad como jabatos cada vez esté más complicada. La cesión de los dos se cerró por un curso que está cerca de expirar. Por este motivo, el Mirandés, a través de las redes sociales, bromeó el domingo con una foto de las dos promesas colchoneras, con la que preguntaba al Atlético de Madrid por su futuro. No hubo respuesta.