Plaza para los 3 bomberos a los que se repitió la espirometría

A.B.
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Ahora afrontan un «proceso de formación» para ser funcionarios de pleno derecho en Miranda. Sus abogados dicen que harán una reclamación por «daños y perjuicios»

Imagen de archivo de los bomberos durante una intervención en Miranda. - Foto: DB

Los tres bomberos a los que el Ayuntamiento de Miranda denegó su plaza por no haber aprobado el examen médico han conseguido entrar en el Servicio de Extinción de Incendios. Según el gabinete jurídico que les representa, el juzgado de lo contencioso acordó que se ejecutara una sentencia por la cual el Consistorio debía volver a realizar la espirometría a los candidatos. Tras llevar a cabo nuevamente este proceso, todos ellos han conseguido las cifras necesarias y se han terminado incorporando a la plantilla.

Eso sí, desde el Consistorio recuerdan que por regla general al entrar en el cuerpo se debe realizar un breve «proceso de formación». No obstante, si al final lo pasan satisfactoriamente, como suele ocurrir, serán funcionarios de pleno derecho. Pese a que han logrado su objetivo y ya disponen de su plaza, los bomberos afectados consideran que la administración municipal debe hacerse cargo de sus errores.

Por ese motivo, el Gabinete Jurídico Suárez-Valdés prepara una «reclamación por los daños y perjuicios que les han sido causados al haberse visto privados durante años de su plaza». Los abogados incluso considerarían pertinente exigir «responsabilidades penales» a los encargados del Ayuntamiento que han «gestionado de forma tan deficiente los recursos públicos».

Sobre ello, destacan que esta sucesión de hechos «ha provocado que, probablemente, se haya procedido a nombrar a tres funcionarios que en su día no debieron serlo». Así, se tendrían plazas «duplicadas», sin haberlas «dotado legal, ni presupuestariamente, con el correspondiente perjuicio para los contribuyentes».

LA PRUEBA SUSPENDIDA. Una vez repetida la prueba médica en la Clínica Universidad de Navarra, en Pamplona, todos los recurrentes han obtenido una calificación de «aptos» en dicho proceso. Según sus abogados, esta realidad demuestra que en su momento se llevaron a cabo las espirometrías de forma «arbitraria» y achacan el suspenso a que hubo «un error en la definición técnica de la misma». Ese fallo, conforme a sus palabras, vino dado porque se tomaron «parámetros diseñados para bebés en lugar de para personas adultas».