Rodrigo C. León

Aguas Abajo

Rodrigo C. León


Lo que el viento no se llevó

22/12/2022

La Arandina cierra la primera vuelta en el mejor escenario posible. Los ribereños se marchan de vacaciones invictos y con la primera plaza bajo el brazo. La situación que todo equipo querría, y más en una categoría tan dura como la Tercera RFEF. Camino que no ha sido sencillo y que se ha decidido en los duelos directos ante sus perseguidores.

El Montecillo es testigo del crecimiento de los suyos. Después de más de una década, la Arandina tuvo que presenciar impotente un fin de temporada sin play-off. Un golpe duro de realidad. Una caída que hizo más fuerte a los suyos. Lejos de hacer borrón y cuenta nueva, se apostó por el bloque fuerte de aquella campaña. Un grupo trabajador, joven y con sangre ribereña. Una apuesta tan arriesgada como comprometida con sus raíces.

Ahora, con perspectiva, es otro escenario. Con un bloque muy similar al de aquel jarro de agua fría, la Arandina lidera el Grupo VIII. Y lo hace con puño de hierro. Once victorias, tres empates y ninguna derrota. Números de aspirante. Momento dulce que le otorga el privilegio de ser el segundo mejor equipo en cuanto a puntaje en la categoría. 36 puntos de 42 posibles. Números que intimidan.

Tal vez, el único 'pero' reside en la grada. El fútbol en el césped de El Montecillo vuelve a ilusionar, pero falta un segundo elemento. El empuje de la afición. Si bien es cierto que el club ha recuperado a gran parte de su hinchada en estas últimas dos temporadas, aún quedan lejos esas tardes de domingo, manta y bufanda. El Montecillo necesita recuperar su esencia de siempre y llevarla a la máxima exponencia. Ahora ya no hay excusa para no ilusionarse. Los blanquiazules dependen de sí mismos para lograr un ascenso histórico. La Arandina necesita ese empujón de todos.