Esta entrevista se la íbamos a realizar a Viktor Ishchuk, director del Ballet de Kiev, compañía que hoy actúa en el Fórum (a las 20:30 horas, con El lago de los cisnes). Pero por la ley marcial no le han dejado salir de Ucrania y el que fuera bailarín solista del Teatro de la Ópera de Kiev no acompaña a su agrupación en esta segunda parte de la gira que realizan por España. Este no ha sido el único problema que se están encontrando para llevar a cabo su trabajo como bailarines, un trabajo que obviamente a día de hoy solo pueden realizar fuera de su país. Diez días antes de iniciarse la gira que realizaron entre julio y agosto, a ocho bailarines tampoco les dejaron salir. Ese aspecto lo resolvieron con elenco de reserva, que habían reunido en previsión de que algo así pudiera ocurrir. Retomada la gira, nos hemos comunicado por correo electrónico -y con traducción de por medio- con Volodymyr Borisov, el maestro de ensayos y quien ha cogido las riendas del ballet en ausencia del director, para conocer cuál es el estado de ánimo de la compañía y cómo afrontan los espectáculos con su país en medio de una guerra. Estarán de gira hasta finales de enero de 2023.

Al director no le han dejado salir del país, y tengo entendido que han tenido problemas con la escenografía, porque la original tampoco pudo viajar desde Ucrania, ¿qué otros contratiempos están teniendo?
Sí, debido a la situación actual de Ucrania tuvimos verdaderos problemas para poder mover nuestros decorados y el vestuario que veníamos utilizando con anterioridad. Así que llegado el momento decidimos realizar una nueva escenografía y un nuevo vestuario que es el que estamos utilizando en esta gira. El principal problema que tenemos es el de poder ensayar con toda la compañía y sobre todo el poder salir todos los chicos de Ucrania.

¿Cómo han conseguido los varones del ballet no ser reclutados para la guerra?
Los artistas no estamos siendo reclutados excepto aquellos que han ido de manera voluntaria. El problema fundamental es por la ley marcial que impera en estos momentos en Ucrania, y por la que los varones no pueden salir del país fácilmente. Hemos tenido que hacer un gran trabajo burocrático para conseguir los permisos de salida. En este sentido tenemos la gran ayuda de la empresa española que gestiona toda la gira: Goldberg.

Volodymyr Borisov, maestro de ensayos del Ballet de Kiev.

¿Y cómo se prepara una gira con tales contratiempos y las bajas de última hora que surgen en una situación tan anómala como esta, y con un elenco afectado por historias personales, familiares o de cualquier otra índole?
Precisamente por las situaciones personales de muchos de los miembros de la compañía hemos tenido que invitar a colegas de otros países para poder llevar a cabo la gira, aunque la inmensa mayoría somos ucranianos. Por supuesto que las historias personales afectan. Cada uno vivimos la nuestra de manera particular y estamos muy pendientes de nuestras familias en Ucrania y de todo lo que ocurre allí.

No temo que haya fuga de talentos más allá de la situación actual. El problema ahora es que no se puede bailar en Ucrania»

El elenco es profesional, pero aún así no será fácil actuar cuando sus amigos y familiares están en peligro. ¿Cómo gestionan la información que les llega de su país?
La procesamos de manera personal. Siempre intentamos que no afecte a nuestro resultado artístico en el escenario, que al fin y al cabo es lo más importante para nosotros en estos momentos. Por otro lado todos somos profesionales y es lo que nos gusta hacer: subirnos al escenario y bailar para el público que llena los teatros y que no está arropando.

El Ballet de Kiev es una institución, pero en estos momentos pesa más su procedencia. ¿Cómo está siendo el fin solidario de la gira?
Con la alianza que se ha firmado entre Goldberg y Unicef simplemente intentamos aportar, con nuestro esfuerzo y trabajo, ayuda para paliar la situación de muchas familias y niños en estos momentos. La situación humanitaria es muy difícil y se necesita cada día más dinero. Estamos muy contentos del acuerdo de Unicef con Goldberg; seguro que será una gran ayuda.

¿Qué es lo que caracteriza, a nivel técnico y artístico, al Ballet de Kiev?
Nuestra compañía intenta mantener los valores del ballet clásico, que es lo que se nos ha enseñado en nuestras escuelas de ballet y lo que hemos puesto en escena durante muchos años en nuestros teatros.

¿Por qué han elegido para este momento El lago de los cisnes?
El lago de los cisnes es sin duda alguna una de las obras universales de la música, del ballet y de la cultura. Creemos que eso es el valor que tiene esta obra eterna, además de que es un título que el público espera poder ver algún día en un teatro.

España nos ha proporcionado una estabilidad laboral  que nos permite trabajar con tranquilidad y aportar nuestro talento»

Hay bailarinas ucranianas huidas de la guerra que han entrado a formar parte de la Compañía Nacional de Danza, ¿teme que pueda darse una gran fuga de talentos?
El ballet, como todas las artes, es un medio global en el que siempre tenemos influencias de muchos países y culturas diferentes. Cualquier artista de ballet de nivel profesional baila y ha bailado con muchas compañías diferentes. No creo que podamos hablar de fuga de talentos más allá de la situación actual que vivimos. Antes de que comenzase la guerra había bailarinas fuera de Ucrania; siempre ha sido así. Ahora el problema es que no se puede bailar en Ucrania. (Según nos confirman desde la promotora, ya hay bailarines que de momento no han vuelto a su país y hay otros que han manifestado su intención de quedarse en Europa más allá de lo que dure la guerra).

¿Qué pasará cuando acabe la gira? ¿Volverán a Ucrania?, ¿se refugiarán en algún país?
Nuestro objetivo es poder mantener un trabajo continuo de gira en España alternándolo con inclusiones en algún otro país. España nos ha proporcionado una estabilidad laboral que nos permite en estos momentos trabajar con tranquilidad y poder aportar todo lo que tenemos dentro. Para nosotros es muy importante que Goldberg nos haya dado contratos de trabajo para cada bailarina y bailarín de cinco meses.

¿Dónde y cómo le pilló el estallido de la guerra?, ¿pensaba entonces que pudiera durar tanto?
A mí me pilló en Odessa. La verdad es que fue un shock como para todos… Y no, no pensaba que pudiera durar tanto. Lo único que ahora deseo es que termine ya.

Por las condiciones personales hemos tenido que invitar a colegas de otros países para la gira»