Una lección de medio siglo

R.E. MAESTRO
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El colegio Fray Enrique Flórez se estrenó en 1972 y llegó a sumar 585 alumnos. En los últimos 15 años ha logrado mantenerse en los 70, con una enseñanza de «calidad» y el «lujo» de servir al medio rural

Inauguración con maestras, el alcalde, el subsecretario del Ministerio de Educación y el delegado de Educación. - Foto: DB

«Brillante conmemoración del bicentenario de la muerte del Padre Flórez», titulaba Diario de Burgos en el ejemplar del 24 de mayo de 1973 los actos celebrados en Villadiego donde se estrenó de manera oficial el denominado Colegio Nacional de Educación Básica. En ese momento acudían 420 escolares, ya que realmente los primeros alumnos llegaron el 19 de abril de 1972. Se alcanzaría la cifra de 585 alumnos, con aulas masificadas. Ahora, el Fray Enrique Flórez se encuentra en plena celebración de su 50 aniversario, medio siglo de vida en el que ha sido testigo directo de la evolución del medio rural, donde ha dado una gran lección.

La despoblación se ha convertido en un gran problema para los pueblos y eso se ha dejado notar en el número de alumos del colegio a lo largo de este periodo de tiempo. En la actualidad el colegio de Villadiego cuenta con 67 estudiantes, aunque tal y como reconoce el director, Antonio Iglesias de la Hera, en los últimos 15 años se ha conseguido mantener la cifra y apenas se han producido variaciones en este sentido. Además, de cara al próximo curso se prevé que la cifra de matrículas aumente hasta las 72.

El número estable de escolares se alza como una buena noticia que permite tener una decena de aulas en funcionamiento y para el próximo curso se ampliará con una más de 2 a 3 años al ser incluidos en las aulas gratuitas ofertadas por la Junta para los niños de esas edades. Eso sí, las dimensiones del centro son muy grandes y de ahí que la mitad -10 aulas- se encuentre en este momento sin utilizar ya que en sus inicios sí se requería todo ese espacio ante la cantidad de niños.

¿Cuál fue la razón para crear este colegio? En el invierno de 1971 hubo una gran cantidad de heladas y se rompieron las tuberías de la calefacción del antiguo centro. «Era imposible dar clase allí con el frío y aunque ya estaban haciendo las obras de este colegio esa urgencia precipitó que antes de que estuviese terminado ya pasaran aquí», desarrolla Antonio Iglesias, que lleva de director desde 2004 y como profesor desde hace 25 años.

Se convirtió en el centro de referencia para los pequeños pueblos cercanos, «con cantidad de influencia en Páramos y Las Loras», manifiesta Iglesias, mientras recuerda que incluso tenían en Villadiego una escuela-hogar en régimen de internado que empleaban de lunes a viernes los niños que llegaban de otros municipios. Con la mejora de las carreteras y la evolución del medio rural se pasó a contar con transporte escolar. Ahora, de hecho, cuentan con cinco rutas como fórmula para que los vecinos de localidades próximas asistan y principalmente alcanzan a los de la zona norte de la comarca, ya que también hay colegios en Melgar de Fernamental, Castrojeriz y Sasamón.

«Villadiego se caracteriza por ser una localidad muy rica culturalmente y que siempre ha cuidado mucho la cultura, por eso es un lujo tener aquí este centro», expresa el director. Destaca, además, que quienes quieran estudiar en este municipio tienen la oportunidad de estar hasta los 18 años puesto que también hay instituto.

La educación rural «es diferente, ya que somos como unos segundos padres», comenta. Como máximo suele haber 16 alumnos por aula y de ahí que conozcan perfectamente a cada uno de ellos. Ese trato cercano tanto con los chavales como con las familias genera una enseñanza «individualizada y de calidad», mucho más difícil de encontrar en centros con más escolares. Esas características permiten también poner en marcha numerosos proyectos y, por supuesto, le hace único que se encuentra íntimamente ligado al medio rural y no faltan actividades directamente relacionadas con los valores de los pueblos. Además, se incide en el deporte y prueba de ello es que siempre hay campeones provinciales. Un centro con futuro que seguro soplará  muchas más velas.