La alcaldesa niega presiones a la plantilla por las protestas

ARSENIO BESGA
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Aitana Hernando asegura que lo expuesto por los sindicatos «es mentira». Los representantes de los trabajadores del Ayuntamiento de Miranda estudian qué «responsabilidades legales» se pueden atribuir por lo ocurrido

La participación en las protestas de ayer, como en la primera ocasión, rondó los 100 trabajadores. - Foto: A.B.

El equipo de Gobierno «rechaza enérgicamente» que sus componentes hayan realizado ningún tipo de coacción sobre la plantilla municipal tras la concentración del miércoles pasado, en la que se exigía terminar con las alarmantes cifras de temporalidad y crear un plan de seguridad, entre otras cosas. Según dice el Ayuntamiento de Miranda, los trabajadores «tienen derecho» a movilizarse, pero pide que especifiquen «a qué se refieren cuando afirman que se ha presionado y ha habido un interrogatorio». Además, los responsables del Consistorio aseguran que ya trabajan para aprobar una Oferta Pública de Empleo (OPE) y que, tras hacerlo, abrirán una «negociación» con los sindicatos.  

«En ningún momento pido a nadie que paralice nada, por lo tanto es mentira lo que dijeron», argumenta la alcaldesa, Aitana Hernando. «No me gusta usar la palabra mentira, pero si es mentira, es mentira», reitera la edil del PSOE. Además, los dirigentes municipales sostienen que «es absolutamente falso que se huya de los sindicatos». «Las reuniones se hacen en lugares públicos, no hay nada que esconder», defiende el equipo de Gobierno.

En el Consistorio comentan que las reuniones con algunas partes de la plantilla «son ajenas a las movilizaciones». Asimismo, el encuentro de Hernando con CCOO, según la alcaldesa, se produjo por «motivos de agenda» poco después de la primera manifestación. Además, defiende que trataron otros asuntos y, en ningún caso, buscaba frenar las protestas.

Ahora bien, los sindicatos alertan de que están estudiando qué «responsabilidades legales» se le pueden atribuir al Consistorio por «negociar» con partes de la plantilla sin contar con sus representantes oficiales. Así, quieren dilucidar si «puede atentar a cualquier tipo de ley de libertad sindical o de derecho de la libre negociación».

En lo relativo a las «coacciones», las agrupaciones de empleados se mantienen firmes. «No se puede asegurar algo en lo que no haya testigos, pero fuera de micrófono a ciertos trabajadores ha habido presiones», explican. «Les han preguntado qué hacían en la Plaza de España, si tan mal estaban, qué quejas tenían», relatan. En definitiva, creen que «se les ha tratado de desagradecidos». «Se ha producido de manera verbal, no hay un correo electrónico, pero las ha habido», insisten. Unido a ello, consideran que «no es poca presión convocar a los interinos, los más afectados, sin los sindicatos». Por tanto, creen que el Ayuntamiento «ha movido ficha», pero sus actos no bastarán para frenar las protestas.