El viaje a ninguna parte

R.E. MAESTRO
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Diario de Burgos se monta en el autobús que sale de Cerratón de Juarros y, en lugar de llegar a la ciudad, muere en Olmos de Atapuerca. Una ruta inútil, que no utiliza ningún vecino de la zona y para la que se pide solución a la Junta

El alcalde de Cerratón de Juarros, Pedro Marina, se baja del autobús en Olmos de Atapuerca tras finalizar allí el recorrido. - Foto: Luis López Araico

Un viaje surrealista y sin sentido. Quien lo lleve a cabo sabe que no llegará a ninguna parte. Y precisamente por eso nadie se anima, excepto Diario de Burgos. Nos montamos en el único autobús que pasa por Cerratón de Juarros en dirección a Burgos acompañados por Pedro Marina, alcalde del pueblo, y cuando pasan las nueve y media de la mañana empezamos la aventura. Parar lo hace todos los viernes, lo raro es que encuentre gente esperando. Hasta la conductora, Marian, se sorprende y nos recibe con alegría al no tener que realizar todo el trayecto sola.

¿Por qué nadie más utiliza este autobús? Pues bien, la respuesta la obtenemos nada más subir, ya que el viaje concluirá en Olmos de Atapuerca. Es decir, lejos de acudir a un municipio más grande donde poder realizar compras o asistir a alguna cita, esta ruta de Autobuses Jiménez -que parte de Belorado a las nueve aunque allí tampoco coge viajeros- terminará en un pueblo que cuenta con medio centenar de habitantes y donde no parece que los vecinos de la zona puedan hacer mucho allí un viernes a las diez y cuarto. Eso sí, quien quiera probar la experiencia y luego volver a casa tiene que saber que sobre las doce y media pasará el mismo bus en sentido contrario.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)