Una empresa de Palacios de la Sierra reabre una fábrica de madera en El Espinar

F. Trespaderne / Burgos
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Llorente Interwood producirá en la factoría segoviana, cerrada desde hace dos años, tablas y tablones con destino al mercado de China

Llorente Interwood, empresa de Palacios de la Sierra dedicada a la importación, exportación y comercio de maderas y derivados, ha reabierto la fábrica de maderas de la localidad segoviana de El Espinar, cerrada desde 2012, con el fin de incrementar sus exportaciones hacia el mercado chino a través del puerto de Valencia, «mucho más barato que hacerlo a través del puerto de Bilbao», señala Julián Llorente, uno de los responsables de la empresa burgalesa.

La firma de Palacios se ha adjudicado el concurso convocado por el Ayuntamiento de El Espinar para gestionar esta fábrica de su propiedad y que cerró hace dos años por las pérdidas que acumulaba. El contrato, según apunta Llorente, tendrá una duración de doce años, a razón de 40.000 euros anuales, y la actividad se ha retomado con seis empleados, estando previsto aumentar la plantilla en un período corto de tiempo si se cumplen las previsiones. «Nos costará reflotar la fábrica y ponerla a pleno rendimiento porque lleva tiempo parada», señala Llorente, quien apunta que «todo lo que se produzca en ella, tablón y tabla, será para el mercado de China». 
Llorente Interwood  hace dos años que trabaja en el mercado chino exportando madera y ahora ha dado el salto a la fabricación empleando pino radiata del País Vasco y pino silvestre, de la zona de Valsaín (Segovia), «porque tiene mucho éxito en el mercado chino», declara Llorente, quien considera que el pino de la Sierra de la Demanda también es apto para la exportación, pero a su juicio el problema de esta zona son las comunicaciones con los puntos logísticos. «El problema de la Sierra de Demanda son los 80 kilómetros ‘matadores’ para ponerte en vías de comunicación importantes como la A-1 o el ferrocarril», afirma Llorente, quien recuerda que su empresa lleva años dedicándose a la importación de tarimas y parqués, hasta ahora, «que han cambiado las tornas y en lugar de traer mandas».
«El Espinar es un punto estratégico ya que a través del puerto seco de Coslada mandas la mercancía por tren hasta el puerto de  Valencia y de allí por barco a China aprovechando los retornos de los contenedores», indica Llorente, quien indica que el puerto de Valencia es más barato que el de Bilbao y que el tema logístico es muy importante a la hora de realizar una inversión. Este empresario lamenta que el ferrocarril Santander-Mediterráneo no fructificara en su día, ya que a su juicio el puerto de Valencia es fundamental para las exportaciones a Asia, «y mandar la mercancía a China desde Valencia me cuesta menos que mandar un camión desde Burgos a Bilbao», afirma.
 «El mercado chino necesita de todo tipo de materias primas y todo lo que mandas vendes, y en la exportación el cobro está garantizado», afirma Llorente, quien destaca la gran capacidad de consumo que tiene el mercado chino, «que exige mucha calidad, por eso ahora nos vamos a dedicar a fabricar, y dar un buen servicio».
Llorente Interwood , ahora con unas instalaciones de 40.000 metros cuadrados en El Espinar, tiene la intención de continuar produciendo tablas y tablones, pero prevé diversificar su catálogo de productos para atender la demanda de sus clientes asiáticos y además de la zonas donde habitualmente se abastece de madera también contempla la posibilidad de presentarse a las subastas de lotes de madera procedentes de montes de utilidad pública del municipio de El Espinar.
Llorente se muestra ilusionado con este nuevo proyecto empresarial que ha permitido reflotar una fábrica parada y emplear a algunas personas que no pudieron ser recolocadas por el Ayuntamiento segoviano cuando decidió cerrar la empresa porque no podía continuar asumiendo las pérdidas, medio millón de euros en el último año de funcionamiento.