Los primeros días con las terrazas de los bares abiertas al 50% de su ocupación despertaron la esperanza en el pequeño comercio, que veía cómo el mayor movimiento que había en las calles se trasladaba también a sus establecimientos, aunque este no se tradujera en las ventas deseadas. Sin embargo, casi dos semanas después, las expectativas iniciales del sector no se han cumplido al menos en el centro de la capital, ya que la valoración sí que resulta positiva en Gamonal.
«No terminan de arrancar», lamentan tanto desde la asociación  Centro Burgos como desde la Federación de Empresarios de Comercio (FEC). Julián Vesga, vicepresidente de esta última, asegura que las ventas van «poco a poco», con casos de asociados que se muestran «razonablemente contentos» y otros que expresan totalmente lo contrario. Reconoce que las previsiones superaban a lo que la realidad ha demostrado, ya que esa reapertura de la hostelería vino acompañada de una meteorología favorable y el hecho de que los ciudadanos «llevaban mucho tiempo en casa». No encuentra razones concretas por las que esos factores propicios no han repercutido en el sector y alude a que «la gente aún no tiene claro el tema la normalidad», además de que puede darse cierta contención en el consumo por las consecuencias que la crisis está teniendo en el poder adquisitivo: «Si se podrá mantener o recuperar con el tiempo».

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