Lo advirtió el portavoz del PP, Borja Suárez, y no le faltaba razón. Un debate en apariencia «trivial» sobre el arreglo de un monumento se convirtió en una caminata por una zona minada en la que aparecieron algunos fantasmas y muchos temores relacionados con la época preelectoral que vivimos.

No se trata de cualquiera, sino de una construcción en suelo burgalés, en Villalba de Losa, pero pagado por el vecino pueblo de Orduña, cuyo ayuntamiento ha activado ya los resortes para que el Gobierno Vasco destine medio millón de euros destinados al arreglo del primer monumento con hormigón que se hizo en España, que representa a la Virgen de la Antigua-Txarlazo. 

La proposición del socialista Alexander Jiménez buscaba que la Diputación se implicara en sacar este monumento de la Lista Roja de Hispania Nostra y en la ayuda a Villalba de Losa, algo a lo que el equipo de gobierno cree que ya se llega tarde, pues existe análisis técnico y presupuesto. «¿Por qué este y no el resto?», le preguntó insistentemente la portavoz de Ciudadanos, Laura Puente, que recordó los 60 bienes en peligro en toda la provincia y citó explícitamente los castillos de Rojas y Coruña del Conde.

Jiménez aseguró que el PSOE estaría «encantado» de presentar una por cada municipio en las mismas circunstancias, porque «para un ayuntamiento pequeño que un tema como este se trate en el pleno es la leche», afirmó.

No consiguió sacar a Cs de la abstención, pese a modificar el texto de la proposición y dejarlo en un ofrecimiento de ayuda técnica, pero sí al Partido Popular, que votó a favor con el cambio, cuando había anunciado su abstención inicial.

Suárez expresó dos temores durante el debate, ambos fundados. El primero, encontrarse al día siguiente el titular de que su partido había votado en contra de proteger el patrimonio monumental de una localidad de la provincia y el segundo «abrir una guerra» con otros municipios o comarcas que pudieran sentirse discriminados.«Le pido que lo deje sobre la mesa y no entremos en batallas entre territorios», dijo al inicio Suárez.

En su segundo turno de intervención, el vicepresidente segundo de la Diputación aclaró que no solo se refería a la necesidad de evitar suspicacias entre burgaleses, sino también con la comunidad vecina. Recuerda Borja Suárez que con el País Vasco están pendientes de firmar o desarrollar varios convenios que afectan a asuntos tan delicados como la sanidad. «Insisto en que hay mucho más riesgo del que parece» en un debate que en otra época o en otro enclave hubiera pasado desapercibido y que ahora mismo puede afectar a «las buenas relaciones entre territorios», concluyó.

A todo esto, Vox sacó a relucir el Valle de los Caídos y las pirámides de Egipto. «Si vamos a mirar todos los monumentos que se han hecho con presos...», dijo el diputado Nicasio Gómez.