El regreso del halcón

C.M. / Burgos
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Desde hace unas semanas siete crías crecen en los nidos que se han construido para ellas en la torre del monasterio de San Juan y la cubierta del MEH. Su desarrollo puede seguirse en directo a través de una página web

Responsables de la Junta el Ministerio de Transición Ecológica, el Ayuntamiento y la empresa contratada supervisando los animales en el MEH. - Foto: Luis López Araico

Habrá que tener paciencia, mucha paciencia para recuperar la población de halcón peregrino en la ciudad y que contribuya al control de las molestas palomas. No será fácil pero el primer paso ya está dado. Desde hace unas semanas siete pollitos se adaptan a su nueva casa con el objeto de que crezcan sanos, echen a volar y regresen para instalarse definitivamente. 

Los cajones de cría se han instalado ya en la torre del monasterio de San Juan y en la cubierta del Museo de la Evolución Humana desde donde tienen unas inmejorables vistas de la capital y estar bien resguardados. Ya han comenzado a crecerles las plumas y están siendo alimentados por personal de la empresa Athisa Medio Ambiente, contratada por el Ayuntamiento para llevar a cabo esta experiencia y bajo la supervisión municipal. «El objetivo es que se acostumbren a ver la ciudad y, cuando puedan volar y se vayan, regresen a Burgos y busquen un sitio para establecerse. Lógicamente, buscarán el sitio donde han nacido o crecido», indicó Roberto Milara, técnico de Medio Ambiente. 

Por ello, la cría de pollos se repetirá durante cinco años, seis cada anualidad, para propiciar un mayor porcentaje de regreso. Cada ejemplar estará dotado con un GPS, de modo que en todo momento se sabrá su localización. «Los pollos tienen una altísima mortalidad juvenil, no infantil, sobre todo durante el primer año hasta que aprenden a cazar o a identificar los peligros. Tienen muchos accidentes con los cables y tendidos eléctricos», añadió. 

Se les ha colocado un GPS para saber su posición cuando empiecen a volar.Se les ha colocado un GPS para saber su posición cuando empiecen a volar. - Foto: Luis López Araico

Anilladores del Ministerio de Transición Ecológica se desplazaron ayer a Burgos junto a un veterinario de la Junta de Castilla y León, que es la competente en esa materia, y técnicos de la Concejalía de Medio Ambiente para supervisar el programa de reintroducción del Falco Peregrinus Brookei, la subespecie ibérica del halcón peregrino, mediante el método de crianza campestre o Hacking

También se han instalado cámaras en los nidos para que los ciudadanos puedan hacer un seguimiento a través de esta página web https://hackinghalconperegrinoburgos.es/. Se confía en que durante la segunda semana de junio puedan empezar a volar y se puedan ver por la ciudad (...).

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