Los feriantes se quejan de las zonas de tierra y del desnivel

C.M.
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El colectivo considera que la calle Laredo, en Villalonquéjar IV, está alejada y pide a los ciudadanos que acudan a las barracas

A las 8 de la mañana de ayer comenzó el montaje de las atracciones, que en algunos casos es complejo y requiere de al menos dos días. - Foto: Jesús J. Matías

Comienza la cuenta atrás para la celebración de las fiestas de San Pedro y San Pablo 2022, que arrancan este viernes, y que están marcadas por el traslado de la ubicación de las barracas a la calle Laredo, en el polígono industrial de Villalonquéjar IV, no sin polémica. Los feriantes comenzaron ayer a instalar las 74 atracciones y las sensaciones no fueron buenas. 

Lo que parece perfecto sobre plano puede resultar no serlo tanto sobre el terreno. Quien más sabe de los requisitos y necesidades para montar un ferial son los profesionales del sector, que además recorren toda España con sus atracciones, y ayer una amplia mayoría no estaban contentos con el emplazamiento. No solo por el hecho de que esté alejado del núcleo urbano sino también por las condiciones del terreno. Y es que las barracas se extienden a lo largo de la calle Laredo. A un lado se han situado las casetas de comida y las tómbolas y al otro, las atracciones, tanto infantiles como de adultos. 

En la zona donde se ubican las primeras, ha sido necesario quitar el seto e, incluso, parte del jardín para luego echar zahorra y ganar terreno para su asentamiento. «Han echado zahorra en la parte peatonal pero nosotros hemos tenido que montar en hierba, que es blanda. Esperemos que no llueva y que para el próximo año nos allanen mejor el terreno», señaló Isabel, de la caseta Super Game. 

Los carriles de la derecha de la imagen se habilitarán para los peatones. Los carriles de la derecha de la imagen se habilitarán para los peatones. - Foto: Jesús J. Matí­as

En el caso de las atracciones hay para todos los gustos. Jorge, de Autos Locos, estaba desesperado por el desnivel de la calle en la ubicación asignada a su negocio. «Hay mucha altura y tendremos que poner una valla, dado que es una atracción infantil», lamentó (...).

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