La curvatura del suelo en la avenida de los Reyes Católicos a la altura de los juzgados es cada día más evidente. Quienes circulen esporádicamente por esta arteria principal de la ciudad notarán que el hundimiento avanza de manera inexorable. Los conductores ya no pueden evitar los botes ni en los carriles que siguen abiertos al tráfico, tras el cierre parcial que se llevó a cabo en febrero de 2021. Y los efectos del declive del terreno se notan también con claridad incluso en el otro lado de la calzada, en la orilla opuesta del río Vena.

El Ayuntamiento conoce desde hace ocho meses las causas del problema: el desvío del antiguo cauce fluvial para su urbanización. Pese a que en su día se rellenaron, se hizo con materiales de mala calidad cuyo estrato superficial está compuesto de yesos y arcillas, de una mala calidad de sujeción que no han soportado el paso constante de tráfico a lo largo de las décadas.

Desde enero, la administración local sabe también que la solución consiste en inyectar cemento para rellenar los huecos. Y conoce también que para ello deberá gastarse casi 2,2 millones de euros. Sin embargo, el expediente sigue atascado y las obras ya no podrán quedar adjudicadas este verano, tal y como pretendía el equipo de Gobierno.

El concejal de Vías Públicas, Miguel Balbás, apunta que los trámites están ahora en Intervención después de que el pliego de condiciones tuviera que someterse a una serie de correcciones solicitadas por el área jurídica. Así que por mucha prisa que se diera el Ayuntamiento, y suponiendo que fuera informado en los próximos días o semanas, habrá que sacarlo a concurso, dejar un plazo aunque fuera mínimo de presentación de ofertas, decidir entre las mejores la ganadora y oficializar la adjudicación. Todo ello será imposible de cumplir al menos hasta el mes de septiembre.

A partir de ahí, los cálculos iniciales (a falta de ver si los plazos se confirman en el pliego que finalmente se apruebe) estimaban 8 meses para la ejecución de estas obras. El hundimiento de Reyes Católicos no estará arreglado, por tanto, hasta mayo en el mejor de los casos. Justo a las puertas de las elecciones municipales.

Habrá cortes de tráfico. El corrimiento de tierras subterráneas se concentra entre los números 40 y 53 de la avenida, pero al estar en un punto estratégico para la organización del tráfico exigirá el corte parcial de esta vía, con las consiguientes molestias para los conductores. En su momento el Ayuntamiento anunció que pretende comenzar por el lado de los juzgados, donde además de las aceras y la calzada se actuará en el aparcamiento. Posteriormente, se continuará por el otro lado del cauce, desde los números 40 al 44, y se finalizará con el arreglo de la conexión con la avenida de Cantabria.

De nuevo habrá que esperar a ver si la organización de las obras confirma los planes iniciales y si las varias líneas de autobús que recorren Reyes Católicos siguen la misma pauta, pero se anunció que la circulación se desviará primero por la avenida de la Paz y luego por la calle Soria, siempre permitiendo la entrada a los vecinos puesto que los trabajos se desarrollarán por fases.