La formación para la inserción laboral está demostrando con cifras que es eficaz. En el caso del Programa de Empleo de Cáritas en Aranda de Duero y su comarca, dos de cada tres alumnos que han pasado por alguna de las nueve acciones que se han desarrollado este curso 2021-2022 logró un contrato de trabajo. Unos resultados que se venían recogiendo en Aranda y que animaron a los responsables de esta organización a trasladar esta oferta formativa a Roa de Duero, donde se están replicando las buenas cifras. «Empezamos aquí en Roa con el curso de peón de bodega y varios de nuestros alumnos se insertaron laboralmente durante la vendimia, cinco como peón de bodega y seis como peones agrícolas, trabajando en bodegas de la zona y consiguiendo alguno conservar y asentar su empleo una vez finalizada la temporada», argumenta Ángel Hernando, de Cáritas Aranda.
Estas buenas cifras de inserción laboral se deben, en parte, a que la oferta formativa se centra en los sectores más demandados en el ámbito comarcal. Además del relacionado con el vino y la vid, que han aglutinado más de 40 alumnos, también se han ofrecido cursos de hostelería básica, apoyo para obtener el carné de conducir y, el más demandado, el de empleada del hogar. «Hemos hecho tres cursos este año, con 45 participantes, porque cuidadoras siempre nos piden y faltan», reconoce Hernando.
Esta semana culmina en Roa la formación de limpieza de espacios públicos y jardinería básica, que tiene ocho alumnos y que se planteó con un claro itinerario laboral. «Con estas personas se puede atender la necesidad de personal de algunos ayuntamientos de la zona para limpieza, jardinería y mantenimiento en los meses de verano, cuando su población aumenta considerablemente», explica el técnico de Cáritas.
Alexander Lobato. - Foto: I.M.L.La ventaja de este tipo de cursos es que los alumnos están poniendo en práctica sus conocimientos desde el primer día. Tanto es así que, gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Roa, estos ocho alumnos han aprovechado los dos meses de cursos para poner a punto las zonas verdes y elementos de jardinería del municipio. Una colaboración que se suma a la financiación por parte de la Junta de Castilla y León y el Fondo Social Europeo de este Programa de Itinerarios Personalizados de Inserción Sociolaboral, y al asesoramiento de San Gabriel Ciudad de la Educación para elegir al profesorado y desarrollar los cursos.
Las clases teóricas en el caso de Roa se dan en un aula cedida por el Ayuntamiento de la localidad, pero la mayor parte del tiempo los alumnos están en sus calles haciendo todo tipo de actuaciones: Desde segar el césped hasta recortar los setos, pasando por reponer flores en jardineras o eliminar las malas hierbas que salen ganando terreno a las baldosas. Viéndoles trabajar, nadie diría que dos meses atrás no tenían ni idea de las técnicas y la maquinaria que deben utilizar para cada una de las labores, empleando siempre la necesaria ropa de seguridad y cuidando al máximo que el resultado final sea lo más profesional posible.
Uno de estos alumnos ya había trabajado con anterioridad para un ayuntamiento ribereño, ahora todo el grupo está en disposición de ejercer las labores de limpieza viaria y jardinería en cualquier localidad, por lo que si algún alcalde está interesado en contratarlos puede ponerse en contacto con el técnico en el teléfono 630 35 67 53.
Judith Lobato Escudero. - Foto: I.M.L.Judith Lobato Escudero, 21 años
Esta joven raudense no pierde una oportunidad para sumar conocimientos de cara a conseguir un empleo. «He terminado de hacer una FP Básica de Alimentación en San Gabriel, acabé el año pasado, pero siempre está bien formarse», plantea como motivación para inscribirse en el curso de limpieza de espacios públicos y jardinería. «Decidí apuntarme porque me lo ofrecieron y me pareció una buena oportunidad porque hay salida laboral, aquí hay muchos jardines, y ya me llamaba la atención antes este sector», reconoce, aunque comparada con su anterior formación «no tiene nada que ver pero todo lo que venga, se hace».
Más allá de los conocimientos propios en el ámbito de la jardinería y el ornato viario, Judith considera que este tipo de cursos formativos van más allá de los conocimientos propios del temario. «La formación es importante porque aprendes, te haces más grande también como persona y es bueno para el currículum, es bueno para todo, lo mires por donde lo mires», explica para apostillar a continuación que lo que más le ha gustado de este curso es que es «poca teoría y más manejar, que es lo que hay que hacer».
De hecho, ahora sus paseos por Roa tienen un aliciente más. «Siempre que voy de paseo y veo esos espacios tan verdes, que antes estaban pochos, te da emoción decir que lo hemos hecho nosotros y cómo lo hemos hecho. Además de aprender hemos ayudado a que el pueblo se vea mejor», confiesa con orgullo compartido con sus compañeros, con los que reconoce que el trabajo en equipo ha sido excelente.
Tras pasar por esta experiencia formativa, Judith asegura convencida que es una buena opción para completar el currículum porque «aprendes, y no es aburrido ni monótono, porque sales a practicar», sin olvidar que también lo está aplicando a un pequeño patio que tiene.
Alexander Lobato, 20 años
Convencido de que la formación es el primer paso para tener un futuro laboral, este joven raudense no le hace ascos a ningún sector. «Antes hice auxiliar de bodega, manipulador de alimentos, fitosanitarios y el de poda, también me he formado en ganadería», enumera su gran versatilidad formativa, a lo que suma que está sacándose el carné de conducir, algo fundamental para poder moverse por la comarca a la hora de trabajar.
Además de ese amplio abanico de sectores, Alexander tenía la jardinería como uno de sus ámbitos de interés. «Siempre me ha llamado la atención porque es un trabajo que siempre va a haber y tiene muy buena salida laboral», reconoce con sinceridad, ya que muchos ayuntamientos de la comarca realizan contrataciones temporales o indefinidas para el cuidado de sus zonas verdes.
Ahora que está completando este nueva formación, que se toma muy en serio al verle con la desbrozadora en la mano, él destaca la práctica con maquinaria lo que más le ha servido. «Ha sido muy buena formación porque nunca he sabido llevar una maquinaria o cosas como echar el aceite con la gasolina y ahora nos han formado para poder salir al mercado laboral», comenta con la vista puesta en conseguir un empleo.
Junto a los conocimientos, se lleva la satisfacción de ver el resultado de su labor en las calles de Roa. «Es gratificante ver el trabajo que has hecho bien, sienta bien decir 'esto lo he hecho yo'», asegura.