Fue la propia víctima, una mujer de 50 años, quién a primera hora de la mañana del día 5 de agosto realizó una llamada al 091 refiriendo encontrarse desorientada, en la calle, tras haber sufrido una agresión. Rápidamente un indicativo policial se desplazó hasta el lugar indicado por la mujer encontrándola muy nerviosa, llorando y en un estado de alteración, si bien pudo relatar de forma clara y coherente a los policías todo lo ocurrido, manifestando haber sido víctima de una agresión sexual por parte de un hombre.
Según lo narrado a los agentes, había acudido unas horas antes a un local de ocio del centro de la ciudad en el que se había encontrado con unas amigas. Una de ellas le presentó al hombre, que más tarde se convertiría en su agresor, con el que bailó y conversó en algún momento de la noche. Más tarde y cuando ella decidió marcharse a casa, él se ofreció para acercarla ya que tenía el vehículo estacionado en las inmediaciones. En el trayecto hacia su domicilio el hombre tomó una dirección distinta a la indicada por la víctima y cuando ella le pidió explicaciones, éste continuo conduciendo hasta detener el vehículo en un descampado. En ese momento ella intento huir, pero su agresor cerró el vehículo con el seguro interior impidiendo que pudiera escapar, advirtiéndole que no la iba a dejar salir.
Acto seguido el individuo ejerciendo fuerza física superior y violencia consumó la agresión sexual tras la cual la víctima pudo salir del coche y caminar durante un tiempo indeterminado sin saber dónde se encontraba hasta dar con una calle que le sirvió como referencia para pedir ayuda a la policía. De manera inmediata los agentes trasladaron a la mujer al HUBU donde fue atendida y examinada siguiendo el protocolo establecido en este tipo de delitos. Funcionarios de la UFAM, competente en la investigación, llevaron a cabo los trámites y diligencias oportunas recabando los datos de interés que permitieran esclarecer el hecho y llevar a la identificación del agresor. Finalmente días más tarde y tras numerosas gestiones se identificó plenamente a un varón cuyas iniciales corresponden a J.A.M de 36 años de edad y vecino de Burgos, al cual le constaban antecedentes policiales, procediendo a la detención del mismo como presunto autor de un delito de agresión sexual por el que pasó a disposición de la autoridad judicial.
La Policía Nacional reitera la necesidad de denunciar estos delitos contra la libertad sexual de las personas, delitos que son investigados con especial sensibilidad y seguimiento por la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Comisaría de Burgos, la cual está muy sensibilizada con estos hechos. Asimismo se recuerda que mantener relaciones sexuales con una mujer a sabiendas que su estado volitivo se encuentra mermado en el momento de la agresión, el sujeto debe saber que la mujer está en una situación de debilidad y no puede aprovecharse de ella, por lo que este tipo de hechos se considerará un delito penal.