La huelga de una parte del sector del transporte, que hoy cumple su undécima jornada de paros, no arrancó en Burgos con la misma intensidad que en otros territorios del país. Sin embargo, según pasan los días, los efectos se empiezan a hacer más y más presentes en la actividad de la industria. Buena parte de las fábricas ya están sufriendo de forma notable la ruptura de las cadenas de suministro, lo que les está obligando a paralizar parte de sus líneas de producción y modificar turnos. En el peor de los casos, algunas sopesan negociar Expedientes de Regulación de Empleo (ERTE) para sus plantillas.

La parálisis del sector del camión ha llegado a tal punto que algunas compañías han llegado a requerir la mediación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para escoltar los convoyes con materiales que necesitan. Fue el caso ayer de Mahou-San Miguel: un grupo de 14 vehículos que partió a primera hora de Guadalajara fue acompañado por efectivos de la Guardia Civil hasta su entrada en la capital. En la ciudad le estaban esperando varias dotaciones de la Policía Nacional, que les condujeron hasta la entrada de la fábrica de cerveza minutos antes de las 11 horas. El viaje transcurrió sin incidentes, ya que ayer la presencia de piquetes informativos en las inmediaciones de los polígonos fue nula. Así lo confirmaron a este periódico fuentes de la plataforma convocante de los paros, que en anteriores jornadas sí que estuvo presente en Villalonquéjar, Burgos-Este o la Aduana.

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