En su memoria siempre tiene la imagen de ser una niña que iba al cole en Briviesca con un balón en los pies o en las manos. Iria Castro ha crecido rápido. Este verano con 21 años cumplidos fichó por el DUX Logroño de Primera RFEF (Segunda División), después de cuatro años en el Parquesol vallisoletano. Sin lugar a dudas, su gran momento le llegó en el Nuestra Señora de Belén (actual Burgos CF) cuando recibió la llamada de la selección sub'17 y se proclamó campeona de Europa de la categoría conEspaña.  

¿Tenía claro que el fútbol femenino era su camino? 
Sí, claro. Además, gracias a mi padre que ha sido quien me ha apoyado siempre. Viene a todos los partidos. El año que estuve en Burgos me llevaba todos los días a entrenar. Se ha metido tantos kilómetros por mí en la carretera, que es a quien se lo agradeceré siempre. 

¿Pensó algún día en llegar hasta aquí y vivir del fútbol?
Lo sigo pensando. Pero tienes que tener algo más. Cuando se te acaba tu mejor época no da para vivir.

¿A qué ha tenido que renunciar por el fútbol?
A muchas cosas. Eventos familiares, comidas, bautizos, comuniones... Con los amigos no poder salir porque tengo que entrenar o jugar. Las vacaciones de verano.., pero merece la pena.

¿Qué momentos han marcado su carrera?
Lo máximo ha sido la medalla de oro en el campeonato de Europa sub'17. Y también el ascenso con el Parquesol a Reto Iberdrola. Y espero que este año sea el del ascenso a Primera (Liga Iberdrola) con el DUX (ahora es sexto a un punto de los puestos de 'play off').  

Soy seguidora del Atlético. Es uno de los clubes más 'top' y me encantaría jugar allí»

¿Cómo fue esa primera llamada de la selección española cadete?
Me llamaron el 2 de enero, el día de mi cumpleaños. Estaba en Galicia y a mi padre se lo transmitió la presidenta del Nuestra Señora de Belén, Carol Goicoechea. No me lo esperaba, aunque estaba haciendo buena temporada.

¿Tiene alguna anécdota?
Del Europeo siempre tengo muy presente el segundo gol que lo metió Eva y que la celebración fue apoteósica. Me pilló calentando y vinieron todas las jugadoras a celebrarlo allí. Fue muy guay. El primero también. Pero el segundo, pensamos, ya está, lo tenemos, es nuestro. Quedaba poco tiempo para acabar. .

¿Rompió alguna barrera?
Hacía tiempo que nadie de Burgos, ni siquiera de Castilla y León, era convocado por la selección española.

¿Siendo de Briviesca, Sonia Vesga sería un referente?
La verdad es que la he visto jugar algún torneo, pero tampoco mucho. Mi padre sí me habló de ella que había sido internacional y jugaba en el Rayo. Antes no se daba tanta visibilidad. No había muchos referentes femeninos. Ahora, admiro mucho a Mapi León.

No me esperaba la llamada de la selección el día de mi cumpleaños»

Jugar en Primera División es su sueño, ¿qué camiseta le gustaría vestir?
Soy seguidora del Atlético de Madrid. Es uno de los clubes más 'top' en el fútbol femenino y lleva muchos años. Hace las cosas bien y tiene una buena plantilla.    

¿Ha supuesto un gran salto el DUX Logroño desde el Parquesol vallisoletano?
Sí. Es más profesional. Al final el DUX tiene más medios. Hay más nivel. Son otros objetivos. En Valladolid jugábamos para no descender y aquí jugamos por el ascenso. 

¿Con quién formó el tándem perfecto?
Con Marta Charle. Estuvo antes que yo en el Burgos CF y luego coincidí con ella en el Parquesol. Los dos últimos años estuvo jugando de extremo conmigo y como nos conocíamos tanto nos salían las cosas solas. 

¿Se ve jugando fuera de España?
No. Me costaría mucho salir por mi forma de ser. Tampoco lo descarto en un futuro.

¿Objetivos que se plantea a corto plazo?
Subir con el DUX Logroño a Primera. Hemos atravesado un bache, pero hemos salido de él y estamos otra vez a punto de los puestos de 'play off '. Hay un gran grupo.

¿Qué adjetivos le definen?
Contundencia, fuerza, pegada, constancia, perseverancia y sacrificio.   

La celebración del segundo gol de España en la final del Europeo fue apoteósica»

¿Siente el cambio del fútbol femenino?
Sí claro. De cuando estaba en Burgos que estaba en Segunda División que es la Nacional de ahora. Ha subido mucho y cada vez más.  

¿Qué balance hace de la temporada?
Bastante positivo. Hasta hace un mes solo habíamos perdido dos partidos. Después de enero tuvimos tres derrotas seguidas, pero el parón nos vino muy bien para hacer el borrón, limpieza y empezar de cero.   

¿Quién le conoce bien dice que tiene una buena zurda?
Sí (sonríe). Yo la derecha la tengo porque hay que tener dos piernas. Me siento más cómoda de lateral zurda, pero de central, también. 

¿Defensa o ataque?
Soy más de defender. Antes sí era mucho más ofensiva, pero ahora me toca más guardar posición, porque mi compañera sí es mucho más ofensiva que yo. 

¿Un dorsal o un ritual?
Me gusta el '7' y aunque lo hago sin querer suelo entrar al campo con el pie izquierdo. (Al día siguiente de la entrevista, Iria Castro marcó un golazo desde 30 metros en el empate (1-1) frente al Rayo. Y con la zurda, como no podía ser de otra forma).