Salvador de Foronda

Diez Mil Preguntas

Salvador de Foronda


La nueva España

22/12/2022

Bienvenidos a esta nueva forma de vivir en España, donde perder el teléfono es más doloroso que la dignidad, donde la lealtad y sus amigos se han vuelto envidiosos y carentes de valores, donde el dinero es la estatua de la libertad, la justicia y la igualdad, donde la mentira está de moda, donde el poder legislativo ha sido devorado por el ejecutivo, donde la traición es un signo de inteligencia, el insulto la salida de emergencia para el ignorante, la pobreza es un defecto, la malversación, la nueva forma de enriquecimiento injustificado, la sedición, el nuevo vehículo de revelarse contra la unidad del Estado, el indulto, la solución para anticipar la extinción de la responsabilidad. 

El tiempo sigue trascurriendo de forma desigual, con saltos extraños y treguas insoportables, pero sigue pasando, incluso para todos. Y en este trascurrir analizo y percibo que el tiempo político pasa y pasa mientras observo cómo se rompen todos los días las reglas sagradas del debate nacional: se incumplen las leyes inexcusables de la lógica, se hace que la ignorancia valga tanto más que el conocimiento, la mentira prevalece sobre la verdad, los hechos importan menos que los dogmas y las pruebas no tienen valor frente a las creencias. Sin rigor ni vigor, sigo viendo pasar los días. Sean ustedes bienvenidos a este nuevo país, donde nos preocupamos más de que la pizza llegue a nuestras casas antes del partido de fútbol que la ambulancia. 

Y esto sucede cuando la representación no es auténtica, los políticos se convierten en 'actores' que 'representan su papel', y la política pasa a ser un simulacro, o sea, teatro, parodia e incluso opereta en el templo del debate político, el Parlamento. Pero en la democracia de partidos, especialmente en la española, poco se decide en virtud de la mejor razón o de los 'intereses del reino'. El factor que lo determina todo es la fidelidad, casi perruna, al partido, la entrega ideológica casi ciega, las demagogias, el clientelismo, el 'regateo' de intereses, el intercambio de 'bienes' o compensaciones, cuando no el chantajeo y la traición. Sin rigor ni vigor. Es el rumbo con el que, según Platón, las democracias se estrellan. 

Y en tiempos de tormenta rescatemos a Voltaire, que fue quien escribió que: la política es el camino para que los hombres sin principios puedan dirigir a los hombres sin memoria