Ver y oír, pero no tocar y menos contagiar. El metacrilato se ha convertido en un bien de primera necesidad en plena desescalada de la pandemia. Desde principios de mayo, Burgos consume decenas de toneladas de estas placas de plástico transparente, ideales para aislar mostradores de comercios, despachos profesionales o vehículos de transporte, entre otros muchos usos. La demanda, como está ocurriendo con las mascarillas, guantes e hidrogeles, es mundial y este  plástico (y su alternativa, el policarbonato) se ha convertido en una mercancía escasa y de valor, dando vía libre a la especulación de los precios y a los acopios intencionados.

Las primeras planchas de metacrilato contra el coronavirus se instalaron en Burgos en marzo, en los hospitales, las cadenas de la industria alimentaria, las farmacias y también en los taxis. Prestaban un servicio de primera necesidad durante los primeros compases del estado de alarma y exigían el máximo aislamiento de espacios y distancias para sus trabajadores.

El mercado de las planchas de plástico transparente se empezaba a calentar. Anticipándose a la desescalada, todas las administraciones públicas se apuntaron al aislamiento de las mesas de trabajo y, gracias al boca a boca, la necesidad se trasladó a los despachos profesionales de todo tipo (notarías, gestorías, abogados, arquitectos, dentistas, médicos, etc.). Desde principios de mayo es el comercio y la hostelería (bares y hoteles) los que se han sumado a la demanda y todos lo quieren «mejor hoy que mañana».

DE BURGOS PARA EL MUNDO
Como ya se presupone por su nombre empresarial, Metacrilatos Burgos está viviendo unas semanas de vértigo. La fábrica de Villalonquéjar es la mayor manipuladora de metacrilato de España y su mercado es toda Europa. Los muchos pedidos han llegado de todos los sectores y tipos de empresas.

El trabajo más sobresaliente y ambicioso ha sido la protección mediante mamparas de toda la cadena de tiendas Inditex en todo el mundo. La firma burgalesa es un proveedor de la multinacional Zara desde hace 10 años y ahora ha trabajado intensamente en ofrecerle soluciones para aislar los espacios en las tiendas.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)