El informe, no vinculante aunque a efectos prácticos determinante, encargado a la Universidad de Burgos para colaborar en la resolución del expediente sancionador sobre el derribo de una de las fachadas del antiguo colegio Niño Jesús defiende que este elemento protegido del edificio gozaba de un buen estado de salud antes del inicio de las obras para transformar la dotación educativa en viviendas de lujo. Del análisis realizado por el arquitecto de la UBU se desprende que la fachada pudo preservarse y sus conclusiones parecen anticipar una dolorosa multa del Ayuntamiento a la promotora.
El pronóstico sobre el castigo no parece demasiado arriesgado ya que se antojaría complicado que el equipo de Gobierno encargue un informe externo para ayudar al instructor del expediente sancionador a tomar una decisión y la resolución del mismo no diera por buenos los argumentos del arquitecto de la UBU. Al parecer, la sanción mínima para este tipo de infracciones se sitúa en los 300.000 euros.
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