Bernardo Villanueva lleva tres años visitando colegios para informar del acoso escolar; hablar de sus consecuencias para quien lo ejerce y quien lo padece. Algunas de estas charlas impartidas por el delegado de Participación Ciudadana de la Policía Nacional han servido para destapar algunos casos. «Yo soy una víctima», ha escuchado no pocas veces. La labor de concienciación policial es clave en un momento en el que repuntan los casos de 'bullying', especialmente entre los menores de 13 años, alertan tanto desde la Comisaría como la Fiscalía. Son ataques en grupo hacia el más débil de la clase y en ocasiones con las redes sociales como escudo. Los colegios y, sobre todo, los padres, juegan un papel fundamental en su erradicación.

«No son agresiones físicas. Puede haber peleas, pero estos casos son entre más mayores y suceden fuera del centro y a horas no lectivas», explica Villanueva, que junto al inspector responsable de la Unidad de Familia y Mujer de la Comisaría Provincial, Martín Velasco, estudian y resuelven los casos de acoso escolar que tienen lugar en Burgos. Según datos facilitados por el Ministerio del Interior, entre 2019 y 2022 se han denunciado una media de diez episodios por año, la mayoría, insisten estos dos policías, son protagonizados por menores con edades comprendidas entre los 10 y los 13 años.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)