Los profesores de la educación pública, tanto de la etapa de Infantil y Primaria como de la de Secundaria y otros cuerpos, tuvieron ayer una cita con las urnas para elegir a quienes serán sus 27 representantes en la Junta de Personal Docente de la provincia de Burgos en una jornada no exenta de polémica. De nuevo, el Sindicato de Trabajadores de Enseñanza de Castilla y León (Stecyl) resultó el más votado al conseguir siete delegados, lo que le permitirá sumar su octava victoria consecutiva aunque no asegurar la presidencia de dicho órgano debido a unos resultados menos favorables que los del año 2018, cuando llegó a nueve aun bajando dos, según el escrutinio provisional.

La segunda fuerza más respaldada por los docentes fue la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), con seis representantes (los mismos que en las anteriores elecciones), al igual que ANPE, que repite con cuatro, los mismos que UGT al sumar uno más. Por su parte, Comisiones Obreras bajo en uno y se queda en dos, los mismos que la CGT y que ASPES (profesores de Secundaria), que obtiene los dos que perdió hace cuatro años quedándose sin representación y que esta vez ha vuelto a presentar candidatura.

La jornada transcurrió no sin pocas incidencias, principalmente en el censo electoral, donde se dieron «muchísimos» casos de profesores que acudieron a votar pero no se encontraban en el listado oficial (...).

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