Antico, un viaje al pasado

A.C. / Medina de Pomar
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El Rastro comarcal de antigüedades y artesanía cumple este domingo 18 años cosechando éxito tras éxito en Medina de Pomar, tanto entre los anticuarios, que en esta edición subirán a 32, como entre el público llegado de diferentes puntos

Una imagen de la edición de 2019, con una pequeña muestra de las antigüedades que se pueden descubrir en Antico. - Foto: Quique Ugarte

Cada año, los responsables de la Asociación  Cultural de Etnografía y Artesanía (Aceyam) tienen que decir que no a nuevos anticuarios que quieren participar en Antico, el Rastro comarcal de antigüedades y artesanía que siempre ha sido un éxito de ventas. Este año, los puestos se juntarán un poquito más y se han logrado sacar unos metros en la plaza Mayor y la plaza del Alcázar para que se sumen cuatro nuevos profesionales llegados de Zaragoza, Santander y Palencia. Con ellos serán 32 los anticuarios que desembarcarán el domingo en Medina para mostrar artículos que invitarán a un viaje al pasado.

Junto a ellos volverán los de Vizcaya, Álava, Burgos, Valencia, Galicia, La Rioja o Madrid, así como La Itinere, la única empresa de antigüedades de la comarca con base en el polígono industrial del Valle de Tobalina. Todos ellos son fieles a esta cita, tanto que para Luis Ruiz Leivar y Benito Gutiérrez, máximos responsables de Antico, «no son anticuarios, ya son amigos, porque algunos vienen cada año desde hace 18». Desde luego les conocen a todos por su nombre y por sus especialidades. Con el apoyo y patrocinio del Ayuntamiento medinés, que se vuelca también con esta popular cita del calendario de eventos de otoño en la ciudad, Antico espera lograr una nueva jornada de ventas que deje contentos a los anticuarios y a los clientes, puesto  que muchos descubrirán aquel tesoro que iban buscando.

De los primeros, Gutiérrez y Ruiz Leivar cuentan la anécdota de como dos hermanos compararon ventas y uno vendió menos que el otro en Gijón durante tres días en comparación con lo el beneficio obtenido en Medina de Pomar en una sola jornada. La crisis económica puede notarse el domingo, pero de nuevo, los expositores estarán listos a partir de las 10 de la mañana y se mantendrán abiertos hasta las ocho de la tarde.

Diez voluntarios de Aceyam se ocuparán de los detalles y de que los anticuarios se sientan como en casa, aunque aseguran que «vienen a Medina muy contentos». Monedas, libros, revistas de los años 50 o 60, joyas, muñecas, relojes, muebles, aperos de labranza, cerámica, ropa, radios... Las referencias que se pueden encontrar en Antico son innumerables. Pero si se le pregunta a Benito Gutiérrez, un experto coleccionista, qué le ha sorprendido más en estos  17 años, su respuesta es que fue «un artilugio que funcionaba como una escopeta, pero que se accionaba con un hilo que al atravesar la entrada del arma accionaba el disparo» como si de una trampa se tratara. A su lado, Ruiz Leivar recuerda un molinillo de cacao, en el que se calentaba una piedra curva con fuego para moler los granos del dulce fruto.

Vuelven los coches clásicos y los artesanos. Junto a las antigüedades, principal atractivo del Rastro Comarcal, Antico, la feria volverá a contar esta edición con artesanos que, en todos los casos, realizarán demostraciones en vivo de sus oficios. En la planta baja del Museo Histórico de Las Merindades, el Alcázar, Laurentino del Cabo mostrará sus creaciones de lana pura de León; Eugenio Jimeno volverá a crear cestos con madera de avellano sin parar; José Antonio grabará la madera con los punzones; o Patricia Fernández, de Espinosa de los Monteros, elaborará jabones naturales.

Asimismo, en la plaza del Alcázar volverán a estacionar alrededor de una veintena de vehículos clásicos e históricos, propiedad de socios de Aceyam, entre los que se cuentan coleccionistas de toda índole.