En los últimos años se ha producido un incremento de las agresiones de hijos a sus progenitores, tanto a nivel provincial como regional y nacional. En Burgos, el pasado año se produjeron 42 episodios de este tipo, el número más elevado en Castilla y León, una comunidad donde la violencia doméstica se ha incrementado un 24,5% en 2019, según informó la Fundación Amigó. 

En un informe alertó del «grave» problema social al que se enfrenta la sociedad, al recordar que sólo se denuncian los casos más graves, entre un 10 y un 15 por ciento del total. «Hablamos de un problema que en la mayoría de las ocasiones es oculto y es necesario dar visibilidad y concienciar a la población de la situación», precisó. Aparte de las 42 agresiones de Burgos, la Comunidad alcanzó los 168 procedimientos al contabilizarse 35 en León, 32 en Valladolid, 20 en Ávila, 14 en Zamora, 10 en Salamanca, 9 en Segovia, cuatro en Soria y dos en Palencia. 

A nivel estatal, los expedientes de agresiones filio-parentales aumentaron un 4,6 por ciento durante el año 2019, situándose en 5.055 los procedimientos incoados a menores por este tipo de delito, frente a los 4.833 registrados durante 2018. Este tipo de delitos ya supone el 17,8 por ciento del total de los expedientes abiertos a menores de edad.

La psicóloga de Fundación Amigó Irene Gallego apostó por la labor de sensibilización y prevención que evite la instauración de la violencia en la familia: «Es de gran importancia dotar de las estrategias necesarias a las familias que sufren esta problemática. Un trabajo en red que aúne pautas, formación y conocimiento sobre esta alarmante problemática, disminuirá el estigma de las familias que lo viven».