La tradicional Fiesta del Colacho ha reunido, otro año más, a una multitud en la localidad burgalesa de Castrillo de Murcia. Vecinos y visitantes han asistido al denominado salto de bebés, una práctica que se remonta al año 1621 y en la que el Colacho salta por encima de niños menores de un año para purificarles y alejar el mal de ellos.
Las calles de la localidad, engalanadas con colchas y colgaduras, se han llenado de colchones, donde decenas de bebés nacidos este año han visto cómo el Colacho les pasaba por encima y a continuación un sacerdote con la custodia les bendecía, liberándolos de toda influencia maléfica.
La Fiesta del Colacho data del siglo XVII y actualmente aspira a ser declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, un distintivo que ya tuvo entre 1979 y 1996.