El Ayuntamiento de Burgos concluyó el año 2021 con una deuda del 227,4 millones de euros, lo que hace que su nivel de endeudamiento se situara en el 117%, por encima del 110% que marca la ley como objetivo de estabilidad presupuestaria en las administraciones públicas.

Los consorcios del Desvío y de Villalonquéjar lastran estas cuentas, dado que 60,6 millones del tramo B recaen en las arcas municipales, así como también los 103,2 millones del tramo A (los que se obtienen con la venta del suelo) del desvío y los 63,6 de Villalonquéjar.

El concejal de Hacienda, David Jurado, ha explicado que el tramo A se imputa al Ayuntamiento mientras no se reclasifique, un extremo que por el momento considera complicado. "La deuda propia municipal y de los entes públicos dependientes del Ayuntamiento está en torno a 2 millones de euros como consecuencia de un préstamos de inversiones de años anteriores", señaló, al tiempo que indicó que si se sigue esta tendencia el endeudamiento para 2023 bajaría del límite del 110% que fija la ley.

David Jurado también avanzó que no se subirán los impuestos ni las tasas municipales de cara a 2023.