El informe encargado por el equipo de Gobierno al área de Patrimonio para conocer el valor económico de las instalaciones del Centro Europeo de Empresas e Innovación (CEEI) y así poder realizar un cálculo de la cantidad que exigirá en alquiler a la Asociación una vez que el Ayuntamiento deje de ser socio de la misma ha venido acompañado de una sorpresa inesperada. El técnico municipal que ha supervisado el inmueble detalla que el edificio «evidencia» actualmente «una situación de claro deterioro estructural», que se muestra con la presencia de «innumerables grietas» que están «revelando un paulatino y constante hundimiento de los dos cuerpos laterales» del inmueble. Un movimiento que «está arrastrando también el cuerpo central, de tres plantas, que cuenta con una mayor inercia».
El documento técnico, que también es cierto que no hace referencia a que la salud del edificio pueda acarrear un riesgo para las personas, detalla que la reparación del mismo «superaría probablemente el 50% del valor actual del inmueble, lo que lo colocaría en ruina técnica».
Ya en 1998 se realizó una reforma general del inmueble y ya entonces se recogía en la memoria constructiva, tal y como revela el informe, «unas grietas en los paramentos cuyo estudio y alcance se decidió posponer».
Aunque de aquello han pasado ya 25 años, el informe añade que el edificio «presenta innumerables grietas reveladoras de un estado constructivo en franco y progresivo deterioro» pero no despeja la duda de si los daños seguirán evolucionando de manera lenta o pueden avanzar rápido y constituir un peligro.
Respecto a las grietas, «abiertas a 45 grados», afirma que «son consecuencia clara de asentamientos del terreno, en franco y constante movimiento». Cabe recordar que el edificio de Villafría tiene forma de 'U' y lo que se advierte es que «se están asentado los bloques los cuerpos laterales y ya en algunas zonas de contacto con el bloque central se traduce en este bloque el mismo proceso de asentamiento estructural y la misma tipología de grietas». El edificio, de 1946, cuenta con una «estructura de hormigón cuyos cimientos son zapatas corridas» y esa puede ser la explicación al hundimiento.
El técnico municipal detalla, por la investigación que ha podido realizar, que «las grietas llevan ya tiempo expresándose» y aunque «en algunos sitios se les ha intentado poner vendas para tapar su manifestación, han sido inútiles porque el daño no es estético, como lo serían si tuviesen su origen en dilataciones y contracciones superficiales fruto de las disfunciones entre materiales con distintos comportamientos térmicos». La realidad es que «han seguido creciendo y reapareciendo y siempre con la tipología abierta a 45 grados».
Ante esta situación, el inmueble, que tendría un valor de 4,2 millones de euros si se encontrara en perfecto estado, ahora solo puede ser valorado desde el área de Patrimonio en 547.000 euros. Esto significaría que si el Ayuntamiento exige el mínimo alquiler que manda la ley (del 6% del valor), el CEEI tendría que pagar un canon anual de 32.820 euros (2.735 al mes). En un principio, el informe no para sus planes de ceder el edificio.