Los últimos diez miembros de la Policía Local de Aranda de Duero tomaron ayer posesión de sus cargos, después de superar los meses de formación y prácticas. Ocho hombres y dos mujeres, dos de ellos de Aranda, pasan a formar parte de una plantilla que alcanza así las 42 plazas ocupadas. «En Aranda hemos pasado de una patrulla en pandemia a tener entre dos y tres patrullas a la vez en la calle. La gente ya lo dice, que se nota la continua presencia policial en las calles, que antes no podíamos hacer», reconoció el concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Aranda Fernando Chico, antes del acto de toma de posesión.

Con estos nuevos agentes queda atrás la situación provocada por 18 jubilaciones en un corto espacio de tiempo, que provocó que en 2019 este cuerpo sólo contase con 29 integrantes para atender a una población de más de 34.000 habitantes, cuando lo normativo sería tener entre 48 y 51 agentes. «Tal y cómo vamos a tener la plantilla va a estar muy bien para Aranda, lo que sí que nos hace falta son mandos intermedios que eso le tocará a la siguiente corporación», dejaba deberes Chico a quien le sustituya al frente de este área municipal.

Aunque reconocía el edil que «sigue habiendo procesos selectivos en los que podemos tener alguna pérdida o sumatorio», se considera que se ha llegado a un momento de estabilidad. «Si ya la Policía de Aranda había retomado el prestigio que necesitábamos que tuviera y ese buen hacer, con ellos vamos a poder hacer que los turnos sean más amplios y más seguros», remarcó Chico, que no olvidó que, además de los medios humanos, se ha mejorado en el plano técnico y que el próximo año se estrenará la nueva comisaría.

La alcaldesa, Raquel González, presidió esta nueva toma de posesión, la quinta desde 2015, confirmando lo que calificó como una gran labor hecha por los agentes el año pasado, con «más de 12.000 avisos con 29 agentes» y mostrando su confianza en que estas nuevas incorporaciones ayuden a mejorar la seguridad y la convivencia en las calles arandinas.