Aleksej Nikolic ve ya la luz al final del túnel. Después de casi dos meses de tratamiento por sus molestias en la cadera, está de vuelta en los entrenamientos con el resto de sus compañeros. Ya tenía ganas. Su adaptación a la Liga Endesa está siendo más difícil de lo esperado y las lesiones no le han ayudado para nada en ese proceso. Aun así, el base del Hereda San Pablo prefiere mantener el optimismo y, a pesar de llevar desde febrero fuera de la dinámica del grupo, está tanto o más involucrado que sus compañeros. Vive los partidos desde la banda con mucha intensidad y se lanza a cantar el himno a Burgos en cada duelo que se disputa en el Coliseum. Incluso bromea con alguna palabra en castellano, aunque cuando empieza lo serio deja paso al inglés. 

Lleva más de mes y medio de recuperación con Dani Hernández, preparador físico, y Sergio Rodríguez, fisioterapeuta del club, ¿está empezando a recoger ya los frutos de ese trabajo?
Sí, la verdad es que estoy mucho mejor. Toda la recuperación va según el plan previsto. La idea es completar entrenamientos esta semana con el resto de mis compañeros.

¿Se ve reapareciendo en un partido oficial en el tramo final de la temporada?
Sí, eso espero. Quiero jugar y ayudar al equipo en lo que necesite, pero no sé cuántos partidos podré jugar. No me he marcado una fecha concreta para volver.

El dolor en la cadera le apareció nada más llegar a El Cairo para disputar la fase final de la Copa Intercontinental, ¿fue de repente?
Sí, no quise decirlo inmediatamente porque quería ver si se iba por sí solo. Algunas veces me ha pasado y se ha ido. Jugué esos encuentros con dolor, pero cuando volvimos a Burgos empeoró y tuve que parar. Me hice pruebas, me he estado recuperando y ahora no tengo dolor.

¿Cómo lleva el hecho de ver sufrir tanto a sus compañeros para ganar y no poder ayudarlos?
Siempre es duro verlo desde fuera para un jugador. Ves las cosas de forma más objetiva,  sin las emociones de cuando juegas, y da rabia no poder ayudar, por eso estoy con muchas ganas de regresar. 

Aparte de la cadera, tuvo un esguince en el tobillo al poco de llegar y también un problema en la rodilla a principios de año, ¿diría que está siendo la temporada más dura de su carrera?
Sí, está siendo la temporada más dura de mi carrera porque he tenido muchos problemas. Con el tobillo estuve fuera menos de una semana, pero luego me contagié de la covid-19, después tuve el problema de la rodilla que me dejó la mayoría de enero fuera y en febrero apareció lo de la cadera. Está siendo duro, pero es parte de nuestro deporte y está fuera de nuestro control. Hago todo lo que puedo para no lesionarme, pero nunca se sabe.

¿Cree que no descansar después de participar en los Juegos Olímpicos supuso un esfuerzo extra y que ahora está pagando las consecuencias?
(Resopla) Es un tema de debate y seguro que muchos jugadores tienen cosas que decir al respecto. Si te digo que sí, estaré en lo correcto y si te digo que no, también. No se sabe, pero tampoco pienso en si fue ese el problema porque ha pasado mucho tiempo. Lo importante es no cuestionarse mucho eso y tratar de mirar hacia delante.

¿Se ha podido ver su mejor versión en algún momento de la temporada?
(Piensa) Creo que puedo hacerlo mejor. Como hemos comentado, está siendo una temporada dura, pero lo que te puedo decir es que doy siempre el 100% en cada partido y en cada entrenamiento. Obviamente, me gustaría hacerlo mejor y espero que ahora cuando vuelva lo consiga.

¿Le ha sorprendido el nivel de competitividad de la Liga Endesa?
Sí, un poco. Sabía dónde venía porque hablé en verano con Prepelic, Doncic, Rupnik. Es la liga más dura de Europa y la igualdad entre los equipos es tremenda. Hay una lucha muy ajustada tanto por el descenso como por el play off. En esta liga, incluso el último puede ganar al primero. 

¿Eso significa que se puede ganar al Baskonia el domingo?
(Ríe) Sí, claro, a eso justamente me refiero. Creo que cada equipo afronta los partidos con la sensación de que puede ganar a cualquiera. Hay que tener una mentalidad ganadora y encarar los encuentros de forma positiva para quedarnos en la ACB. 

¿Por qué le está costando tanto ganar al San Pablo esta campaña?
Nos ha faltado consistencia en el juego. Tenemos muchos altibajos, momentos en los que jugamos bien y otros en los que jugamos mal. Para mí, la clave es la consistencia.

Todos los cambios que ha habido en el banquillo y la plantilla no han ayudado a encontrar esa regularidad...
Por supuesto que no, pero entiendo por qué lo hicieron. Pasa en todos los equipos; el deporte es así. Es duro coger el ritmo porque cada entrenador tiene su mentalidad y hay que adaptarse desde cero a otra forma de trabajo. Hace las cosas más difíciles, pero no puedes parar a quejarte por eso, ya que al final lo que importa es ganar.

Cuando salieron Steve Zack, Suleiman Braimoh y Tyrus McGee... ¿tuvo miedo de ser usted el siguiente en ser 'cortado'?
Nunca pensé en ello porque es algo que no puedo controlar. Es una decisión del equipo. Yo me centro en dar mi 100% cada día y ya está. Si no están contentos, que me lo hagan saber, pero no ha sido el caso.

¿Ha hablado con Paco Olmos sobre su vuelta a las canchas?
Sí, he hablado con los entrenadores, pero todo será más claro cuando empiece a jugar y vea en qué forma estoy. A ver cómo puedo ayudar al equipo en este final de temporada.

¿Cree que la lucha por la salvación se alargará hasta última jornada?
Será una pelea hasta el final porque todos los equipos son competitivos. El objetivo es seguir en la ACB y, si podemos lograrlo cuanto antes, mejor.