"Una moción de censura no se presenta a la ligera"

C.M.
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Ha entrado en el Ayuntamiento de Burgos por todo lo alto. Su voto y el de su compañero Fernando Martínez-Acitores dieron el gobierno a la lista más votada, la del PSOE. Asegura que ningún afiliado se lo ha reprochado y ha recibido el respaldo social

Ángel Martín. - Foto: Valdivielso

N o se arrepiente de la decisión del sábado y espera reunirse cuanto antes con la dirección nacional de su partido para ofrecer detalles de las razones por las que no fructificaron las negociaciones, sobre todo con Ciudadanos. Sobre una posible moción de censura contra el socialista Daniel de la Rosa pide prudencia. 

¿Se arrepiente de la decisión que usted y su compañero Fernando Martínez-Acitores tomaron de no votar como alcalde a Vicente Marañón de Cs?

Tanto Fernando como yo votamos por responsabilidad, tanto a nuestros votantes como a nuestros afiliados pero, sobre todo, hacia la ciudad de Burgos y los burgaleses. No nos arrepentimos en absoluto; estamos muy tranquilos con la decisión . Y, de volverse a repetir las mismas circunstancias, creo que haríamos lo mismo aunque intentaríamos explicar mejor las cosas al partido.

¿En qué momento tomaron la decisión de que gobernara la lista más votada?

Antes del Pleno de investidura estuvimos en contacto con la dirección nacional y provincial del partido. Viendo el acuerdo alcanzado entre el PP y Vox para no dejar gobernar al PSOE, que no afectaba a Ciudadanos, y que Ciudadanos de Burgos no acababa de aceptar, -y lo vamos a ver en toda España-, tomamos la decisión de que nuestro voto tenía que ser ese. 

¿Recibieron llamadas de la dirección nacional de Vox para que apoyaran al candidato de Cs?

Sí. Hablamos con diferentes personas de la comisión de pactos a lo largo del Pleno y de la dirección nacional y también enviaron mensajes. 

¿Le presionó Santiago Abascal?

En el término estricto de la palabra, no. La dirección nacional nos explicó el pacto con el PP, nos dio sus argumentos para votar a favor, lo que es de agradecer. Yo me someto a los dictados de la dirección nacional y lo saben. Conocen nuestra trayectoria y respetamos las decisiones nacionales y ese acuerdo pero no tuvimos opción. Todo fue muy rápido. Si llega a ser dos días antes, me hubiera desplazado a Madrid para hablar de la situación de Burgos, que era diferente a la de otros lugares. 

¿Y desde el Partido Popular?

Nos dijeron que teníamos que seguir las indicaciones pero ni siquiera nos dijeron que nos reuniéramos antes del Pleno. Era cuestión de doblegar a Vox. Si hubiéramos votado a Marañón hubiéramos dado un cheque en blanco; no había ningún documento firmado.

Y después del Pleno, ¿Quién le llamó?

Me llamó Santiago Abascal, le di unas primeras explicaciones, hemos estado en contacto, vamos a reunirnos con la dirección nacional y estoy convencido de que lo van a comprender. Nosotros estábamos de acuerdo con los pactos establecidos por Vox a nivel nacional, y admiro el esfuerzo realizado para alcanzarlos. Pero la situación de Burgos venía de un pacto previo impuesto desde Madrid y Valladolid al PP y Cs contra natura, pues aquí Ciudadanos no fue la primera fuerza del centro derecha. No entiendo las razones por las que el PP de Burgos lo aceptó, pienso que debiera haber luchado ese pacto de otra manera. Además, Cs en ningún momento aceptó respetar a los votantes de Vox y situarles en el mismo plano que a los suyos. No podíamos aceptar que Ciudadanos menospreciara a los votantes de Vox. Eso no era posible.

¿Cómo fueron las negociaciones con Ciudadanos’?

Esperar 19 días para venir con un acuerdo ya cerrado y diciéndonos que nos teníamos que someter o que de lo contrario gobernaba la izquierda no era lógico. No abrieron la posibilidad a tener una negociación a tres. Solo nos dijeron: ‘esto es lo que hay’. El bloqueo fue continuo. El principio básico era poder negociar en igualdad de condiciones y partiendo de la idea de que somos tres partidos iguales y, a partir de ahí, preparamos un proyecto para Burgos y vemos quién lo va a llevar a cabo y participamos de ese gobierno en la medida de los apoyos que tenemos cada uno. Vinieron con líneas rojas y poco menos que diciendo que nosotros éramos menos que ellos. 

¿Qué ofreció Cs a Vox a cambio de apoyar a su candidato?

Estar en la Junta de Gobierno pero sin poder de decisión. Ellos no son quienes para decidir si podemos estar o no, dado que era un acuerdo entre tres. Tenemos que estar representados en todos los órganos de decisión en función y la proporción de nuestro peso, con una negociación constructiva. Además hay otro aspecto. El pacto PP y Cs imponía que el alcalde tenía que ser Vicente Marañón, lo que iba en contra de lo que habían votado los burgaleses. Yo he criticado a Javier Lacalle pero el resultado del PP fue superior a Cs. 

¿En el caso de un acuerdo Vox hubiera preferido un alcalde, el PP?

Durante la negociación planteamos que no era lógico que el alcalde fuera de una formación que logró 5 concejales. Con nosotros no querían contar para ocupar ninguna concejalía y el PP les dijo que no asumía ninguna. ¿Cómo querían gobernar? ¿Con un alcalde y cuatro concejales? Hubiera supuesto cuatro años de parálisis y una inestabilidad tremenda.

Marañón ha acusado a Lacalle de torpedear el acuerdo, ¿cuál es su opinión?

No entro, es cosa de ellos. De lo que todavía no se han dado cuenta es que los concejales del PP y Cs no son suficientes para gobernar la ciudad y siguen teniendo la misma mentalidad. Nunca han contemplado un acuerdo a tres, solo entre ellos. Y de ahí vienen todos los males. 

¿Es partidario de una moción de censura como planteó desde el minuto uno Javier Maroto?

Una moción de censura no se presenta a la ligera. Estamos en la oposición, vamos a reunirnos, a crear unas líneas de trabajo para hacer esa oposición unidos porque tenemos más fuerza. Podemos condicionar las políticas que se hagan en el Ayuntamiento, pero para eso hay que olvidarse de los egos y no puede ser que desde Madrid nos digan que tengamos que hacer una moción de censura. Después de un fracaso estrepitoso volvemos a plantear la misma situación. Entonces no hemos entendido nada. De momento no somos un bloque de centro derecha, somos tres fuerzas desunidas y que tienen que recomponerse.

¿Les ha sorprendido el apoyo social que han recibido?

Hemos tenido el apoyo sin una fisura de los afiliados y simpatizantes de Vox y el de personas que no ha votado a Vox y que nos han dicho que comparten lo que hemos hecho. La inmensa mayoría de la ciudadanía estaba indignada con lo que ocurría.