Los últimos días han sido de ensueño para el Burgos CF, que ha dado un nuevo paso adelante y se ha asentado en la zona noble de la clasificación. No solo ha encadenado tres victorias, sino que ha disipado las dudas que existían con su capacidad ofensiva, ha superado el récord de imbatibilidad que estaba en poder de Claudio Bravo desde la temporada 14-15 y ha logrado su primer triunfo a domicilio del curso.

Cuando solo se han disputado 11 partidos de Liga, el Burgos suma ya 21 puntos, por lo que los famosos 50, cifra que teóricamente te asegura la salvación, están mucho más cerca. Cuando se ha disputado un cuarto de la competición, el equipo está en la senda adecuada, no solo para cumplir con su objetivo de permanencia, sino para aspirar a más a nada que mantenga el nivel.

El equipo burgalesista ha logrado el pleno de puntos en poco más de una semana y además lo ha hecho contra rivales importantes. Goleó al líder, el Alavés, en El Plantío, fue capaz de conquistar Andorra cuando nadie había logrado ganar en el Principado, mientras que se llevó el derbi burgalés pese a jugar desde el minuto 28 en inferioridad numérica.

Confianza. Uno de los efectos más importantes de estas tres victorias consecutivas es que el equipo tiene plena confianza en todo lo que hace, lo que supone un plus en todos los partidos. El fútbol es un deporte en el que las dinámicas son muy importantes y el Burgos lleva un tiempo con la flecha para arriba, por eso es capaz de lograr un triunfo como el que consiguió ante el Mirandés, en el que las circunstancias no le eran favorables (...).

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