Villarcayo apuesta por una vía ferrata en Cigüenza

A.C. / Villarcayo
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Contará con un primer recorrido de 300 metros de nivel K3, apto para todos los públicos, y un segundo de 80 metros más K4, pensado para los más deportistas

La vía ferrata de Cigüenza transcurrirá al pie de la carretera que va a Puentedey. - Foto: A.C.

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Villarcayo ha decidido apostar por la aventura vertical y habilitar una vía ferrata en Cigüenza con la vista puesta en atraer al turismo de aventura interesado en este deporte de naturaleza. Sumará unos 300 metros de recorrido con un nivel de dificultad K3, que el teniente alcalde, Jesús Argüelles, afirma que puede afrontar un público familiar y cualquier persona con un mínimo de forma física, y otros 80 metros más opcionales de dificultad K4, pensados para los más preparados en esta disciplina.

La junta de gobierno acaba de adjudicar por 37.900 euros su ejecución, con lo que Villarcayo se adelantará y estrenará la próxima primavera la primera vía ferrata de la comarca de Las Merindades, que ubicará su punto de partida en un puente tibetano con el que se sorteará la vía verde del Santander Mediterráneo. Tras el puente, continuará por la roca en paralelo a la carretera que une Cigüenza con Puentedey. Este primer tramo salvará un desnivel de unos 50 metros de altura y concluirá en un sendero que conducirá a una pista de bajada para regresar a Cigüenza. Sin embargo, quienes deseen continuar con la aventura podrán seguir disfrutando otros 80 metros más con un desnivel de 40 metros y salvar un estrato «extra-plomado apto solo para deportistas en buena forma», como señala el proyecto redactado por la firma Monte Zalama Servicios de Ingeniería S.L. con experiencia en el desarrollo de otras vías ferratas en Cantabria.

Estas infraestructuras comenzaron a proliferar hace veinte años en España y consisten en un itinerario deportivo que permite atravesar una pared rocosa apoyándose en escalones, pasarelas y otros elementos, pero siempre yendo amarrados a una línea de vida, un cable de acero, al que el usuario debe ir siempre unido a través de un arnés con dos mosquetones. 

El teniente alcalde, Jesús Argüelles, señalando el punto de llegada del puente tibetano que dará paso a la ferrata. El teniente alcalde, Jesús Argüelles, señalando el punto de llegada del puente tibetano que dará paso a la ferrata. - Foto: A.C.

La idea inicial del equipo de gobierno villarcayés, como avanza Argüelles, es dejar libre el uso de la vía ferrata sin poner en manos de ninguna empresa privada su explotación y dinamización. Pero para apoyar su utilización, está previsto poner en marcha un sistema municipal de alquiler del kit de arneses y mosquetones necesario para un ferratista, material que estará disponible en la Oficina de Turismo de Villarcayo o bien en Cigüenza. El sistema está aún sin definir, pero se buscará el mejor modo de potenciar el uso de la vía ferrata.

La más cercana se sitúa en Ramales de la Victoria (Cantabria), a 47 kilómetros de Villarcayo, por lo que  el proyecto contempla que la vía ferrata villarcayesa se pueda convertir en complementaria de la media docena existentes en los Altos del Asón, en la vecina región cántabra, y conformar un circuito ferratista de dos jornadas. No obstante, también puede atraer a quienes frecuenten la de Sobrón (Álava), a 52 kilómetros, o la recién instalada en Silanes, en el municipio de Miraveche, a 70 kilómetros. Y es que los aficionados a estas paredes verticales quieren sumar la mayor cantidad de adrenalina posible cada fin de semana y el teniente alcalde confía en que la de Villarcayo tenga éxito.

Tanto es así que el equipo de gobierno villarcayés valora crear una segunda vía ferrata justo enfrente, esta vez de nivel K5, si el poder de atracción de la primera sirve de revulsivo para el sector turístico del municipio. Numerosas empresas de turismo activo ofertan la realización de estos recorridos verticales con un guía que ayude a los más inexpertos y oriente sobre como desenvolverse a muchos metros sobre el suelo. El proyecto también incluye un panel informativo que orientará a quienes vayan por libre. Asimismo, se desbrozarán y señalizarán los accesos y el recorrido de vuelta, además de instalar una malla de contención de pequeñas piedras bajo la ferrata para impedir que caigan a la carretera.