A estas alturas es de sobra conocido que el virus se proponga más fácilmente en espacios cerrados, por lo que la ventilación de los mismos se hace necesaria. Un ejemplo se encuentra en las aulas de los colegios, donde el protocolo de prevención de la Junta recoge que se realizará entre 10 y 15 minutos antes de la llegada del alumnado, al final de cada periodo lectivo, durante el recreo y al acabar la jornada. Sin embargo, la Federación de Asociaciones de Madres y Padres (Fampa) está recibiendo numerosas quejas de familias por el frío que sus hijos pasan en clase, tal y como expone su presidente, Francisco Sánchez, que ha trasladado el malestar a la Dirección Provincial de Educación.

«Todo el mundo entiende las instrucciones de la Consejería y considera que es necesario, pero no que haya profesorado que mantiene las ventanas y las puertas abiertas durante todo la hora de clase»,  subraya Sánchez, quien pone como ejemplo que el de «escolares que están con los abrigos puestos» y advierte de que la situación se complicará con la llegada del invierno. De hecho, asegura que algunas Ampas han comprado filtros para la renovación del aire, si bien advierte de que para adquirirlos se cuente con profesionales que «den garantías» de su eficacia.

La entidad ha puesto las quejas de los padres en conocimiento de la Dirección Provincial de Educación, que ha remitido un correo electrónico a los equipos directivos de los centros en el que recuerda las medidas contempladas en el protocolo de la Administración regional, según confirmaron fuentes de este departamento. En este sentido, insisten en las indicaciones oficiales de los quince minutos antes del inicio del periodo lectivo y entre clase y clase, así como en el hecho de que se tenga en cuenta la meteorología del momento.
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