Belorado comienza a perder el miedo

F.T.
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Vecinos de la zona ganan confianza para acudir al mercado de los lunes, que recupera clientes y comparte espacio con las terrazas

El arandino Pedro Hernández lleva nueve años acudiendo todos los lunes a Belorado y tiene una clientela fija. - Foto: Patricia González

«Ya se ha perdido el miedo del primer día y hoy ha sido bueno, ha acudido mucha gente y con ganas de comprar», afirmaba el martes Pedro Hernández, de Aranda de Duero, quien lleva nueve años acudiendo todos los lunes al mercado de Belorado, donde cuenta con una clientela fija con la que se reencontró de nuevo. «Soy el más antiguo de este mercado de frutas, me conocen todos, poco a poco se van acercando al puesto y el mercado recupera la normalidad», afirma este vendedor que comparte espacio con las terrazas que ya están abiertas en la Plaza Mayor.

Además de tener una frutería en Aranda, también pone su puesto en el mercado de frutas de la villa, «en el que desde el primer día ya hubo mucho movimiento», matiza, y también se desplaza por diferentes localidades de La Ribera, Lerma e incluso hasta la localidad soriana de Almazán. «La vuelta a la normalidad va bastante bien, aunque en los pueblos pequeños a las señoras las está costando salir de nuevo a comprar en el mercadillo, tienen más miedo, tal vez porque son más mayores, pero en Aranda, al contrario, no está costando nada recuperar a los clientes y hay más movimiento», asegura este frutero, optimista por naturaleza y satisfecho por volver a tener contacto con sus clientes.

Andrea García, de Viveros Arlequín, de la localidad riojana de Alberite, esta otra de las vendedoras habituales de este mercado beliforano y durante toda la mañana no dejó de vender plantas para las huertas, y muchas flores. «La gente está con muchas ganas de comprar plantas y flores, aunque muchos las compraron por internet ante la incertidumbre que hubo al principio sobre la celebración de los mercadillos», apunta Andrea, mientras despacha a una de sus clientas.

Estos dos vendedores, al igual que los otros cuatro que se instalaron este lunes en la plaza de Belorado, se muestran satisfechos con el simple hecho de poder volver a trabajar «porque recuperar lo que hemos perdido en estos meses va a ser imposible, lo que hemos tenido que tirar no lo vamos a recuperar, pero hay que mirar al futuro con optimismo», manifiesta Andrea.

Desde primera hora de la mañana dos funcionarios municipales se encargaron, primero, de colocar o situar los puestos, no existen problemas de espacio en la plaza beliforana, y después de que los clientes guardaran la distancia, algo que ha calado en los vecinos, como señala el alcalde, Álvaro Eguíluz, quien destaca ese comportamiento y que, por fin, el mercadillo de los lunes vuelva a ser lo que fue. 

«Nos planteamos abrir este mercado, que lleva celebrándose los lunes desde hace novecientos años, el 4 de mayo, pero decidimos aplazarlo por las dudas que plantean las órdenes del Gobierno, y solicitamos a la Junta que nos autorizase su celebración, lo que nos llegó la semana pasada», apunta el alcalde beliforano, quien también aprecia que la mayor parte de sus vecinos «poco a poco» van perdiendo el miedo a salir y la villa recupera la normalidad.