Las facultades de Humanidades y Comunicación, y de Educación viven un año electoral después de que sus actuales responsables, Ignacio Fernández de Mata y Gloria Díez, respectivamente, hayan agotado los ocho años de mandato que marca como máximo el reglamento de la Universidad de Burgos. Los procesos ya están abiertos, aunque el del primer centro va más adelantado en el tiempo al haber finalizado el plazo de presentación de candidaturas. De esta forma y con solo una solicitud recibida, el profesor titular de Filología Latina y secretario académico, Carlos Pérez, tomará el relevo al experto en Antropología Social para dirigir el Decanato durante los próximos 4 años.
Doctor por la Universidad del País Vasco, Pérez está al frente del grupo de investigación Estudios Inquisitoriales, cuyo objeto de atención es el análisis social y cultural de la Inquisición, desde su etapa fundacional hasta su abolición. Autor de numerosas publicaciones, afronta esta nueva etapa, de no existir contratiempos hasta su proclamación definitiva el próximo día 26 de abril, con la ilusión de continuar el proyecto iniciado por su antecesor en el cargo y dos claras prioridades. Por un lado, hace referencia a convertir el antiguo Hospital Militar, donde se encuentra la sede del centro, en un «campus de letras» logrando el traslado de los grados adscritos que actualmente se imparten en Ciencias Económicas (Comunicación Audiovisual y Diseño y Desarrollo de Videojuegos). A este reto, que Fernández de Mata valora como una «prioridad y espina» que no ha podido materializar, suma también el de demandar nuevas carreras y másteres relacionados con el campo de los estudios culturales y de la filología.
«El objetivo es completar la oferta de Español con otras lenguas modernas, tal como ocurre en otras universidades», explica, sin dejar de hacer referencia al ámbito del patrimonio con títulos como Antropología, o incluso Filosofía, que ya ha sido reivindicada por el todavía decano en varias ocasiones. «El Hospital Militar tiene muchas posibilidades para poder ampliarse», precisa el profesor Pérez, quien participa en varios proyectos nacionales y europeos, como la elaboración del diccionario de latín medieval de Castilla y León.
Reconoce que la decisión de presentarse al cargo no ha sido fácil, después de llevar desde 2011 asumiendo tareas de gestión que «te quitan tiempo para la docencia y la investigación, que es nuestra vocación». Sin embargo, asegura que ha pesado más el entusiasmo por culminar ese proyecto y con ese ánimo trabajará hasta 2027. Por su parte, Fernández de Mata se despide con pena, pero también con la satisfacción de que haber puesto en marcha una nueva facultad tras la segregación de Humanidades y Comunicación de Educación. «Me he sentido muy arropado por mis compañeros», admite mientras que ve en el futuro inmediato la oportunidad poder dedicar más tiempo a escribir y a investigar.
Después, Educación. No será el único centro de la Universidad de Burgos que renovará su Decanato. Gloría Díez, responsable de la Facultad de Educación, culmina también sus ocho años de mandato, un periodo que considera «suficiente para aportar mi granito de arena, aunque han quedado cosas por hacer» relacionadas con el ámbito académico. En este punto, alude a ese proyecto de acceso a la carrera docente (MIR educativo) o a no haber podido cerrar el proceso de reforma de los nuevos planes de estudio de Maestro. En el campo de las infraestructuras, considera que «quedan muchas cosas por hacer, como la modernización de las aulas» en un centro con cerca de 1.400 alumnos (más de 1.200 en el caso de Humanidades). El censo para participar en el proceso se ha cerrado esta semana, mientras que el plazo de presentación de candidaturas será del 10 al 12 de abril y las votaciones el 26 de dicho mes.