El próximo martes, Día de los Santos Inocentes, se cumplirá un año desde que el antiguo inquilino de la cafetería Espolón (también conocido como Polisón) recogió su bártulos y abrió la puerta a que el Ayuntamiento, que llevaba tiempo intentando desahuciarlo por impagos reiterados del alquiler, volviera a licitar la explotación de este histórico local de hostelería del centro de la ciudad. No es que el concurso se haya desarrollado precisamente con una gran agilidad, pero ayer se dio un paso casi decisivo al conocerse las puntuaciones que los técnicos de Patrimonio han realizado de cada una de las ofertas y tras saberse también el dinero que han ofrecido los aspirantes. La conclusión tras la reunión de la Mesa de Contratación es que la sociedad El Mar en la Tierra es la que tiene casi todas las papeletas de convertirse en la nueva adjudicataria.

El Mar en la Tierra, cuyo propietario regenta la taberna gallega Ría Arosa (en la calle San Lorenzo), recibió la máxima valoración de todos los licitadores en el examen de los juicios de valor (21 puntos sobre 25) e hizo además la propuesta económica más atractiva. En concreto, se compromete a pagar un alquiler de 4.000 euros al mes (sin incluir el IVA).

La oferta de la empresaria que ha dirigido durante los últimos años el Bosque Encantado (en calle San Juan) recibió 15 puntos y ofreció el pago de 2.475 euros de alquiler mensual.

Más lejos aún se ha quedado FIMO 1.981 S.L. (sociedad de los propietarios de Juarreño) ya que los técnicos de Patrimonio solo le han concedido 5 puntos en los juicios de valor. Al parecer, le habría penalizado haber realizado una oferta gastronómica más enfocada al dulce. Ofrecía 2.100 euros de alquiler.

Eliminación. La oferta del propietario de la Vermutería Victoria y presidente de la Federación Provincial de Hostelería, Fernando de la Varga, fue excluida del procedimiento ya que los técnicos municipales ven inviable la propuesta que ha presentado. Planteaba, en líneas generales, generar un mirador sobre el Río Arlanzón para ubicar allí un terraza, pero el Ayuntamiento entiende que, por las protecciones del entorno, una intervención de este tipo no puede estar permitida.

Aún tiene la opción de presentar alegaciones (lo que podría hacer en función de las posibilidades que vea para ganar).

Hasta que el negocio vuelva abrir (hay que firmar el contrato, hacer obras...) podrían pasar algunos meses.