La exclusión de los perros de caza y de trabajo de la futura Ley de Bienestar Animal ha encontrado el frontal rechazo de las asociaciones dedicadas a acoger y a proteger a los canes abandonados o enfermos. A la espera de la redacción del texto definitivo, esta medida es una «atrocidad» para colectivos como Voluntarios Animales en Burgos, quienes destacan que el esfuerzo realizado «no valdrá para nada». 

«Sabemos bien en qué condiciones nos llegan estos perros y la ley, que tiene puntos positivos, pierde su utilidad para muchas cosas desde que se excluye a una parte de los animales», desde este colectivo.

Por su parte, la Asociación Protectora de Animales y Plantas de Burgos recuerda que la motivación de todos los voluntarios es «buscar el bienestar general de los animales y que estén bien atendidos». Por eso, defienden «que todos ellos son iguales».  

La prudencia exige esperar a ver «cómo se aplica la ley» y entender que no todos los animales de trabajo y de caza están mal atendidos. «Hay cosas que no gustan, pero habrá que analizarlo globalmente», señalan.

Sin embargo, «el abandono existe». «En el refugio recibimos galgos y este tipo de animales cuando ya no sirven, aunque sea generalizar», explican. En la Protectora van «por delante de la ley» en el cuidado de los animales, con el objetivo de atenderlos hasta encontrar «una casa que se adapte al animal y un animal que se adapte a la casa».

Mientras, en Proanbur no ocultan su indignación con una ley «que no hay por dónde cogerla». «Es un varapalo» subraya Judith Sánchez. «Dejamos fuera a los perros que más necesitan la protección y que más maltrato sufren», añade.

Sánchez recuerda que «las camadas indeseadas y la caza son las principales causas de abandono y eso no se va a reducir con esta ley». «Las multas no valen para nada», asegura, para lanzar una pregunta. «No pedimos nada del otro mundo. ¿Qué miedo pueden tener si lo hacen todo bien?» La representante de Proanbur avanza que la ley «tendrá consecuencias muy grandes» y avanza que las asociaciones «no van a quedarnos de brazos cruzados».

Caza. La indignación de estos colectivos choca con las conclusiones del delegado provincial de caza, quien considera «lógico y normal» que este tipo de canes estén fuera de la ley. «Los perros de caza hacen su función, como los pastores o los de rescate. No son para tenerlos encerrados en casa», recalca Juan Carlos Gutiérrez, quien asegura que la ley «no tiene fundamento». «Vemos ánimo de lucro en muchos aspectos y no han hecho caso a los técnicos. Es inadecuada e innecesaria», resume.