El albergue recupera peregrinos tras meses casi sin actividad

ARSENIO BESGA
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El edificio de Miranda recibió menos de diez visitas en todo el invierno. Desde la Asociación de Amigos del Camino de Santiago creen que «se ha dado un aumento exponencial» y pretenden volver en verano a los registros previos a la pandemia

El albergue solía recibir en Semana Santa bastantes visitantes franceses, pero este año solo llegaron dos. - Foto: A.B.

El albergue municipal de peregrinos retoma su flujo de actividad gracias al impulso que han ejercido las vacaciones de Semana Santa en los planes de los viajeros. Durante meses el edificio permaneció abierto, pero sin contar con visitantes. La llegada de la primavera permitió que reflotara levemente la ocupación, sin embargo, el verdadero empuje ha tenido lugar con las festividades de abril. Según el presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago, José Ignacio Gutiérrez, «se ha dado un aumento exponencial». La nueva tendencia le hace pensar que en verano tal vez puedan recuperarse los datos previos a la covid-19.

«Esta Semana Santa ha habido una ocupación bastante buena», relata Gutiérrez sin rodeos. Los peregrinos han llegado a Miranda «de dos en dos, normalmente», manteniéndose esa misma tendencia durante cinco días. Es más, hace apenas dos jornadas otra pareja de peregrinos acudió al edificio para hospedarse en él. En épocas anteriores, buena parte de los visitantes en estas fechas procedían de otros países, «sobre todo de Francia», pero en esta edición apenas han pernoctado un par de ciudadanos galos en la ciudad.

Durante las fechas previas a las fiestas, la actividad registrada en el albergue resultó mucho menor. De hecho, «antes hubo alguna persona, pero muy escalonadas y siempre de uno en uno», según argumenta el presidente de la Asociación. Así las cosas, desde que comenzó la época primaveral y las temperaturas empezaron a mejorar, apenas se contabilizaron «cinco o seis» visitas a la dotación del Ayuntamiento de Miranda. Esa situación contrasta, por tanto, con lo ocurrido recientemente gracias a la Semana Santa. Pero también se contrapone con el 'oscuro' invierno. Entre mediados de diciembre y finales de febrero, el albergue municipal de peregrinos permaneció totalmente vacío. Antes de Navidad tampoco se dieron cifras muy buenas, puesto que el balance de esos meses ni tan siquiera llegó a la decena de peregrinos.

En cualquier caso, la nueva tendencia supone un impulso anímico para la Asociación. Su presidente reconoce que se trata de un fenómeno generalizado en el mes de abril. «Es habitual que haya este incremento, porque es un periodo bastante frecuente de peregrinos. Es algo que se da en todos los sitios», explica. Eso sí, añade que «la gente se ha animado y parece que quiere salir». Con todo ello, puede mirarse a la época venidera con cierto optimismo desde el punto de vista de la ocupación en el albergue municipal.

«Yo pienso que volveremos a los números anteriores a la pandemia», comenta Gutiérrez. «Al menos, ese es el reto que tenemos», puntualiza. No obstante, la realidad con la que debe lidiar el edificio resulta ciertamente difícil. Al existir un importante número de individuos que toman ciertas rutas no-históricas, Miranda queda excluida de varios recorridos que se acercan al municipio pero no lo atraviesan. Como resume el propio presidente de la Asociación, «lo tenemos complicado, porque hay muchas personas que van hacia La Rioja desde el País Vasco». Pese a esto, la Asociación continuará potenciando el turismo en la ciudad.

Ahora bien, difícilmente podrán colocar sobre la puerta del recinto un cartel en el que se lea «aforo completo». El albergue de peregrinos de Miranda cuenta con espacio para casi una decena de personas. Para nueve, concretamente. El alojamiento posee un total de siete camas y otros dos sofás supletorios perfectamente equipados para el descanso. Y, aunque hay tantas opciones, jamás se han llegado a utilizar todas ellas. «No ha estado lleno en Semana Santa, pero antes de la pandemia tampoco se llenaba», rememora Gutiérrez. Por lo tanto, en el futuro tampoco se espera llegar a conseguirlo.