El Hereda San Pablo es un gigante dormido. Nadie se esperaba que sufriera tanto en su regreso a la LEBOro y pocos podían presagiar que a estas alturas estuviera sin opciones reales de lograr el ascenso directo. Pese a este escenario inesperado, pese a haber perdido contra muchos de los rivales de la zona alta y pese a ir séptimo, el conjunto burgalés continúa siendo uno de los equipos más temidos de la categoría y es que a nadie se le escapa que cuenta con una de las mejores y más amplias plantillas de la competición. Una docena de jugadores -13 contando al lesionado Obi Enechionyia- con mucho talento y, sobre todo, con una polivalencia que brinda innumerables alternativas a su entrenador.   

El Hereda San Pablo ha echado el resto en el 'mercado invernal' con tres incorporaciones de nivel y Curro Segura se ha quedado con un plantel de muchos quilates y lleno de posibilidades. Hasta ocho jugadores pueden actuar en diferentes posiciones, lo que le da la opción de plantear sistemas muy diversos para hacer daño a los rivales dependiendo de quién esté sobre el parqué.

La dirección de juego recae sobre Luka Rupnik y Rodrigo San Miguel, dos jugadores capaces de manejar los hilos. El esloveno aporta más rapidez y mordiente, mientras que el aragonés sabe controlar bien los tiempos en ataque y apretar en defensa. Además, los tres escoltas de la plantilla pueden subir el balón: Gonzalo Corbalán estaba previsto que actuara de base al principio de la campaña, Álex López lo ha hecho en varias ocasiones a lo largo de su carrera y Khyri Thomas también podría ocupar esa demarcación en un momento puntual.

También existe mucha polivalencia en la posición de alero, pues Álex Barrera puede competir tanto de '2' como de '3' dependiendo de lo que esté buscando Segura y Kacinas alterna sin problemas las demarcaciones de '3' y de '4'. Es más, ha actuado como ala-pívot durante muchas fases de esta temporada, aunque tras los últimos fichajes todo apunta a que pasará a disfrutar de más minutos como alero.

La versatilidad de la plantilla en el interior también da mucho juego, pues Carlos Suárez, Marc Eddy Norelia y Ioannis Kouzeloglou pueden jugar tanto de ala-pívots como de pívots en base a lo que busque su entrenador. Además, el español podría actuar incluso de alero si se buscase un quinteto grande.

Segura tiene muchas posibilidades dependiendo de los diferentes escenarios que se le planteen en el partido o el tipo de rival. Puede apostar por un quinteto de pequeños para salir con velocidad y tener mucha amenaza exterior o puede salir con un planteamiento con más centímetros, tratando de encontrar a los 'grandes' y aprovechar la superioridad física en los emparejamientos individuales.

A lo largo de estos meses con Segura al mando ya se han podido diferentes variantes que convierten al San Pablo en un bloque temible por la profundidad de su plantel y sus diferentes recursos ofensivos. Si engrana todas las piezas que tiene será un candidato a todo en una hipotética Final Four.